Nigeria está en estado de alerta luego que la empresa petrolífera Sell anunciara el derrame de unos 40 mil barriles de crudo en la costa del país. Los afectados por el vertido denuncian la contaminación del agua y la muerte de miles de peces, siendo la pesca es uno de sus modos de subsistencia.
El presidente de Shell en Nigeria, Mutiu Sunmonu, expresó a
través de un comunicado que la compañía “lamenta que este derrame haya
ocurrido, en cuanto lo supimos detuvimos la circulación del petróleo y
movilizamos nuestros recursos y los de la industria para asegurar que los
efectos son minimizados”.

En la misiva, Sunmonu trata de minimizar los efectos del
derrame asegurando que alrededor de la mitad del petróleo derramado se ha
disipado debido a “la evaporación y a la dispersión natural”. Shell reconoce
que el área afectada es muy grande pero señala que la capa de petróleo es
"muy fina".
El Presidente de la petrolera anglo-holandesa, insiste en
que están haciendo “todo lo posible” para limpiar el vertido en corto tiempo.
Al respecto añade que “estamos enviando barcos con dispersante para disolver la
mancha de petróleo, estamos movilizando aviones para que apoyen a los barcos y
también equipamiento de infrarrojos para poder trazar las pocas áreas donde la
capa puede ser más ancha”.

Sin embargo, habitantes de trece aldeas que han resultado
afectadas por la marea negra, denuncian la contaminación del agua y la
destrucción de la pesca, por lo que piden ayuda desesperadamente al Gobierno.
Un jefe local identificado como Jacob Uka, señaló que “la
contaminación está ahí, el problema está ahí, no podemos ir al río a pescar, no
hay manera de que podamos vivir con nuestras familias”.
Cientos de mujeres de la comunidad indígena oribiri, ubicada
en la costa de Nigeria, con las cabezas adornadas con ramas y hojas como
símbolo de luto, denuncian que el derrame no controlado está contaminando sus
ríos y matando a los peces.
Las mujeres acusan al gobierno de entregar las principales
riquezas de la franja petrolífera a transnacionales foráneas.

El accidente se produjo el pasado 20 de diciembre cuando el
petróleo era transportado desde una plataforma flotante en el yacimiento de
Bonga, a 120
kilómetros de las costas del Delta del Níger, en el sur
del país, a un buque a cisterna.
El sitio de Bonga, que produce unos 200 mil barriles
diarios, ha sido cerrado temporalmente como consecuencia del vertido. Esta
región petrolífera está extremadamente contaminada luego de más de 50 años de
explotación.
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