martes, 7 de febrero de 2012

Leyenda mitológica “El Amanecer”

Cuanta potencia mi tierra... digna, soberana, intensa

El cielo del amanecer no tenía color, era simplemente blanco lechoso, pero una noche, ya cercano al amanecer el gigante Noshtex asesinó a la nube que tenía prisionera y arrojó su cuerpo ensangrentado al espacio para no ser descubierto. Sin embargo la sangre que manaba abundante salpicó al firmamento y chorreó largamente. Cuando comenzó a salir el sol, iluminó la trágica escena y asombrados los indios vieron enrojecerse más y más el cielo, por la tarde se repitió la escena y así día tras día hasta el infinito del tiempo. Los patagónicos suelen mirar extasiados los amaneceres y las puestas del sol recordando en el silencio de las inmensidades, el origen de los cielos más lindos de la tierra.

del libro Joiuen Tsoneka de Mario Echeverría Baleta

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