Por. Basem Tajeldine.-Miembro del Centro de Saberes
Africanos
Aun después del llamado “derrumbe” del Campo Socialista, y
la posterior implosión de la
Unión Soviética entre los años 1989-1991, Rusia nunca dejó de
ser objetivo económico de los capitales transnacionales y principal objetivo
bélico del Complejo Militar Industrial de EE.UU. Las inmensas riquezas que
subyacen bajo tierras rusas en Siberia; dentro de las aguas del Mar Caspio y en
las áreas cercanas a esta la convierte en uno de los mayores reservorios de
Petróleo y Gas así como de riquezas minerales del mundo. Rusia tiene dentro de
sí todas las posibilidades autárquicas para su resurgir y mantenimiento como
potencia también por el reconocido desarrollo industrial, tecnológico y
militar. Y es precisamente esto lo que hemos observando en los últimos años; y
es fundamentalmente a esto lo que teme el imperialismo estadounidense.
A pesar de todos los esfuerzos invertidos por la CIA-MOSSAD -MI6; contra
todas las proyecciones de que la mafia rusa acabaría con todo vestigios de
dignidad dentro de ese país; contra todos los ataques, Rusia ha resurgido como
potencia y retomado posiciones en el tablero mundial, pero esta vez bajo el
sistema capitalista en un contexto marcado por su decadencia. La crisis del
Capital influye con mayor fuerza en Rusia donde hoy afloran grandes
contradicciones y esperanzas.
La intromisión de EE.UU. en los asuntos internos de Rusia
por medio de su secretaria de Estado Hillary Clinton, quién acusó de “fraude”
las resientes elecciones parlamentarias en Rusia donde resultó triunfante el
partido nacionalista Rusia Unida (con Vladimir Pútin a la cabeza) y como
segunda fuerza política el Partido Comunista de la Federación Rusa
(PCFR), es clara muestra de temor y del histórico empeño del imperialismo por
acabar con el Oso y la “amenaza” roja. Estados Unidos pretende llevar a Rusia
su formato intervención aplicado en el Norte del África y el Medio Oriente que
mal denominaron “primavera árabe” que comprendieron masivas movilizaciones
populares esta vez exigiendo la nulidad de las elecciones parlamentarias. Pero
el frío invierno ruso es mucho más fuerte que la primavera. Sin lugar a dudas
Putin cuenta con una amplia aceptación popular y el PCFR hoy segunda fuerza política,
y ante los ataques de factores externos e internos, obligará un pacto entre
ambas fuerzas.
En las resientes elecciones el PCFR se impuso como la 2da
fuerza política de ese país. Hoy asistimos al renacimiento de la esperanza
comunista en Rusia, Europa y en otros pueblos
amenazados por la voraz rapiña imperial.
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