El primer ministro ruso, Vladimir Putin, acusó este jueves a
la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, de apoyar a los
activistas que mantienen protestas en Moscú y en otras ciudades contra los
resultados de las elecciones del pasado fin de semana, en las que el partido
gubernamental “Rusia Unida” se llevó la victoria.La secretaria Clinton "dio la luz verde a ciertos
activistas en el interior del país, les dio la señal. Ellos recibieron la señal
y con el apoyo del departamento de Estado comenzaron a trabajar
activamente", denunció Putin ante la prensa.
El Gobierno ruso rechazó las duras críticas y recordó, a
través de Putin, que en el país "nadie quiere el caos", aunque afirma
que los organizadores de las protestas
actúan “según un guión conocido".
"En nuestro país la gente no quiere que la situación evolucione
como ocurrió en Kirguistán o como hace poco en Ucrania. Nadie quiere el
caos", agregó el primer ministro.
"Si la gente actúa dentro del respeto de la ley, hay
que concederles el derecho a expresar su opinión”, pero, “si alguien viola la
ley, entonces las fuerzas del orden y el poder, deben exigir el respeto y la
ley a través de todos los medios legítimos", expresó.
Cerca de 110 millones de ciudadanos rusos estuvieron
llamados a votar para elegir a los 450 miembros de la Duma, la cámara baja del
Parlamento, en unas elecciones en las que por primera vez en la historia de la
nación participaron todos los partidos políticos inscritos legalmente, que son
siete.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, Rusia Unida
consiguió 238 de los 450 escaños de la cámara baja del Parlamento.
En los comicios el movimiento recibió casi 15 millones de
votos menos que hace cuatro años, en este sentido, verá reducida en 77
diputados su representación parlamentaria debido a la pérdida de la mayoría
constitucional de dos tercios.
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