No resultaría extraño al común de la población que uno de los efectos del cambio climático, por ejemplo, en los climas fríos produzca temperaturas de niveles más altos que los esperados. Sin embargo, la modificación del clima de ciertas zonas con tendencia al calor puede producir una verdadera sensación de extrañamiento. Aunque lo cierto es que el calentamiento global no hace diferencias y afecta a todas las regiones.
Entre ellas, el clima del nordeste de nuestro país va mutando hacia la tropicalización. La afirmación fue realizada por el Doctor Eliseo Popolizio, experto en el tema, en el marco de la conferencia se está transformando "El cambio climático y su influencia en la región", realizada por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
"El NEA estuvo sometido permanentemente a desplazamientos de condiciones climáticas hacia el nordeste y hacia el sudoeste. Esto ha dado períodos secos y también húmedos", señaló el especialista. De hecho, los estudios indican que en los últimos tiempos las líneas de precipitación de la región se han desplazado hacia el noreste. "Esa es la razón por la que en la zona chaqueña de Castelli o Pinedo hace unos 40 años atrás había períodos de 8 meses sin lluvias. Hoy se cultivan soja y hasta trigo".
Si bien el experto afirma que las condiciones actuales del cambio climático provocan influencias negativas sobre el clima del planeta, sostiene también que dicho concepto, en realidad, debería resultar un fenómeno normal y cíclico. "Conoce con bastante exactitud lo sucedido con el clima desde hace 100 mil años en adelante. Tres mil quinientos años atrás, el clima húmedo tropical llegaba hasta Buenos Aires y el subtropical hasta el sur de la provincia".
"El clima fue cambiando de condiciones cálidas y húmedas a frío y seco. Recién a mediados de 1700 aparece el clima actual: estamos en un húmedo cálido que todavía no finalizó y que, aparentemente, se agravaría como consecuencia del cambio climático", señaló.
El comportamiento de los ríos
A partir de una evaluación de la conducta del río Paraná que fue utilizada como indicador, el especialista realizó un diagnóstico del cambio climático. En principio, si se unieran todos los registros de crecientes del río de la ciudad de Corrientes, la máxima conocida es de 1748. Curiosamente, en este corto período hubo un momento en que el Paraná estuvo tan bajo que los barcos ni siquiera los impulsados a vela podían circular en Santa Fe.
"Lo curioso es que cuando se marcan en un gráfico todas las máximas, el dibujo obtenido es una recta descendente casi perfecta hasta la década del 60, donde cambia el sistema y empieza a subir". De acuerdo a lo expresado por Popolizio, esto coincide con el período del cambio climático. "Todos los ríos de la región y del Brasil están registrando este cambio. De manera que no podemos decir que no estamos frente a un cambio climático y que no nos tenemos que preparar".
"Si la tendencia del gráfico es ascendente, la posibilidad de que tengamos crecientes superiores a las del 82-83 y las del 98 son muy altas. Especialmente si tenemos en cuenta que la creciente del 82-83 no tuvo ni 100 años de recurrencia", adelantó.
Efecto invernadero
Respecto de las consecuencias del efecto invernadero en la Tierra, el especialista invitado para la presentación del Proyecto de Ambientación Curricular y Cátedra Libre de Educación para el Desarrollo Sustentable de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, apuntó una interesante observación.
"Sin el efecto invernadero, la vida sería imposible en el planeta debido a que el efecto del cambio térmico habría sido mucho más marcado", señaló. Se considera que sin dicho efecto la temperatura de la Tierra sería de alrededor de 20 °C bajo cero. "Lo que ocurre en la actualidad es que está aumentando el efecto y, como consecuencia, la temperatura de la atmósfera".
En concreto, la temperatura media de la atmósfera se encuentra en aumento y "lamentablemente mucho más rápido que los pronósticos realizados hace 30 años". Por eso, el cambio climático actual se encuentra directamente relacionado con el efecto invernadero.
En su versión normal, los rayos solares atraviesan la atmósfera, cambian de longitud de onda y salen hacia el exterior. Pero una parte de éstos queda retenida y se produce el calentamiento que, en cierta medida, es positivo. Los rayos permiten contener el calor que emite la superficie terrestre impidiendo conservando, así, el equilibrio térmico. "Lo que sucede es que lentamente este equilibrio se modifica hacia un continuo incremento de la temperatura del planeta".
En este caso, la radiación infrarroja es absorbida en mayor cantidad por el vapor de agua, seguida por el anhídrido carbónico y el ozono. Aunque de estos tres componentes químicos, el segundo es el que genera mayor efecto invernadero debido a que el hombre incrementa su concentración por las actividades que realiza.
"Se plantea una gran contradicción, o eliminamos la polución atmosférica y nos quemamos, o no nos quemamos y nos morimos envenenados. Es un gran dilema desde el punto de vista de la tecnología moderna", expresó Popolizio.
Escenario
De registrarse cambios, las siguientes serán las condiciones climáticas usuales en la zona:
-Las precipitaciones serán cada vez mayores. No solamente en valores medios y anuales, sino en intensidad.
-Habrá aumento de la temperatura y de la amplitud de la oscilación.
-Se registrarán cambios térmicos, prácticamente en horas. Ingreso de masa de aire polar fuera de tiempo o en momentos no comunes. Inmediatamente el ingreso de aire caliente.
-Habrá aumento de la turbulencia atmosférica con vientos más fuertes. Esto significa tornados, ráfaga de vientos importantes.
-Aumento de la humedad relativa.
-Cambios bruscos de la temperatura fundamentalmente en la primavera y el otoño.
-Lluvias con muy corto tiempo de concentración y gran intensidad.
-Crecientes fluviales con valores y recurrencias, mayores a las conocidas.
-Inundaciones pluviales en muchas y extensas áreas.
Fuente: El Universitario UNNE
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