Tirales combustible hasta dos metros de distancia. Que no les llegue el fuego pero que se asusten tanto que no se atrevan a denunciarnos.
Fue la orden de Facundo Francisco Jones Huala a uno de sus compinches el día que quemaron el refugio denominado Neumeyer, en el Parque Nacional Nahuel Huapi de la ciudad de Bariloche. Los dos hombres a los que querían asustar eran empleados del lugar y los dejaron atados a unos árboles. También quemaron maquinaria vial. Fue en noviembre del año pasado cuando Jones Huala ya era conocido por haber sido uno de los fundadores de la denominada Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), nombre “social” de la organización aunque en verdad la idea de Huala era cambiar “Ancestral” por “Armada”.
Jones Huala le daba continuidad a una carrera de hechos sobre todo incendiarios tanto en la Patagonia argentina como en la chilena. Por eso ahora lo busca Interpol: se fugó de una casa donde cumplía arresto domiciliario nocturno tras ser condenado por haber incendiado una estancia del paraje Río Bueno, en la ciudad de Valdivia.
Huala nació en Bariloche el 9 de mayo de 1986 por lo que está próximo a cumplir 29 años. Es hijo de un campesino descendiente de británicos y de una mapuche, sobrina de un lonco que en su momento, supo encabezar reclamos por la posesión de la tierra en la provincia de Neuquén.
Casi no fue al colegio. Apenas finalizó cuarto grado y ya de grande. Se conformó con saber lo básico para poder leer y escribir y apenas pasado los 20 años comenzó a militar en organizaciones defensoras de los derechos de los pueblos originarios, pero con una diferencia a los reclamos habituales: era un amante de las armas y sobre todo, de los incendios.
Por eso, la policía de Chubut que recibió el pedido de captura internacional por parte de Interpol y de las autoridades chilenas, lo vincula con algunos hechos ocurridos en los últimos tiempos en la provincia. Como el incendio de un camión en la ruta 40 en su cruce con la entrada a la localidad de El Maitén en diciembre del año pasado y en un hecho similar ocurrido en la localidad de Gualjaina.
Si bien no hay pruebas sobre su responsabilidad, fuentes de la policía consultadas por Jornada no descartan para nada su participación en algunos de los incendios que, desde febrero castigan a localidades cordilleranas de nuestra provincia y también de Chile. El autodenominado RAM habría puesto en práctica el denominado operativo “Tormenta de fuego” que tuvo su inicio el 25 de diciembre del año pasado y que habría culminado el 24 de marzo pasado en tierras chubutenses.
“Nosotros no tenemos pruebas de esto. Sí sabemos que Jones Huala está en la provincia. Tal vez, participando de los denominados “camarucos” que por estos tiempos practica la comunidad mapuche-tehuelche”, le dijo a Jornada una alta fuente policial ayer en Rawson. Además se le reconoce una gran capacidad para “perderse” entre las comunidades de los pueblos originarios.
Bajo la conducción de Huala, el RAM realizó ataques al consulado chileno en Bariloche y también a la Catedral de la ciudad. Fue en el año 2013. También y a través de comunicados clandestinos se hizo responsable de un incendio forestal en hectáreas pertenecientes a la Compañía de Tierra del Sud Argentino perteneciente a los hermanos Carlo y Luciano Benetton. En aquel documento, el RAM le declaraba la guerra a los Estados argentino y chileno y aseguraba que estaba dispuesto a “resistir a sangre y fuego a las petroleras y mineras en el sur”.
Casualmente por estos días menos de una decena de mapuches mantienen tomado un sector de la estancia de los italianos ubicado en Leleque en demanda de reivindicaciones para su comunidad.
Aunque el RAM intentó despegarse de los hechos en Gualjaina (en el que también atacaron un cajero automático y realizaron pintadas) cuando allanaron la vivienda de un sujeto detenido se encontró documentación personal de Jones Huala, elementos que se sospechan fueron usados para los ataques e incluso libros que aluden al grupo terrorista vasco ETA y documentación de otros dos sujetos también buscados por las autoridades chilenas.
Por eso, y en virtud de lo que está pasando con los incendios en la cordillera desde el 5 de marzo pasado la policía de Chubut lo busca intensamente. Personal de la Brigada de Investigaciones se está movilizando en todas las localidades del Paralelo 42 para dar con este sujeto que ya tuvo a maltraer a las autoridades chilenas y ahora pretende hacer lo mismo aquí en la Argentina.
Hay antecedentes de quema de campos y viviendas en Neuquén y Río Negro. En todos los casos, el comando que lidera el argentino Facundo Francisco Jones Huala actúa con pasamontañas o pintura negra que le cubre las caras y uniformes de guerra del tipo militar.
No son personas que andan con vueltas. Y mucho menos cuando actúan. Lo curioso es que en ninguna oportunidad (salvo el intento de romper un cajero en Gualjaina) se los vinculó con algún asalto. Al parecer, su plan consiste en incendiar campos y casas en venganza por los despojos que continuamente son denunciados por las comunidades integrantes de los pueblos originarios.
Los datos recogidos por Jornada dan cuenta que durante su infancia en Bariloche, Jones Huala era un chico de pocas palabras y muy cercano a su padre. Trabajaba haciendo changas en las granjas de fruta fina y cuando podía concurría al colegio. Hasta que un día se decidió a iniciar una lucha de otra naturaleza, a llevar una vida más agitada. En Chile es un hombre de temer. Sobre todo después que, tras haber incendiado un campo y ser rodeado junto a un grupo de cómplices, Jones Huala no dudó en hacer lo que más sabe para poder escapar: roció con combustible y le prendió fuego a un carabinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario