El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, ha anunciado este domingo que lo que quiere Washington es hacer desaparecer y borrar a Rusia del mapa mundial.
“Rusia tiene enormes recursos naturales, si bien los funcionarios estadounidenses creen que nosotros poseemos tales recursos de forma ilegal, y que no merecemos esta riqueza”, ha declarado Patrushev en una entrevista con el diario ruso Kommersant.
Rusia tiene enormes recursos naturales, si bien los funcionarios estadounidenses creen que nosotros poseemos tales recursos de forma ilegal, y que no merecemos esta riqueza”, ha declarado Patrushev.
Asimismo, ha asegurado que el país norteamericano está aprovechando su influencia sobre los países europeos para presionarles que apoyen las sanciones antirrusas y se opone a la adhesión de la península de Crimea al territorio ruso.
“Ahora hay que preguntar que si ¿la Unión Europea (UE) está a favor de tal política? Claro que no (…) Es natural que los europeos no lo reconozcan abiertamente, pero es un hecho indiscutible”, ha explicado.
En este contexto, ha considerado que Occidente sabe muy bien que lo ocurrido en Crimea fue plenamente legal y constitucional, puesto que por medio de la celebración de un referéndum, esa zona se anexionó al territorio de Rusia. “De hecho, los europeos no se oponen a la adhesión de Crimea a Rusia, y que con el paso de tiempo la actual situación mejorará”, ha agregado.
Poniendo otro ejemplo de la influencia negativa estadounidense sobre los países europeos, ha comentado que las visitas de las autoridades europeas, interesadas en visitar Rusia, fueron canceladas con el pretexto de que la fecha de viaje no les era conveniente.
“Nosotros somos bien conscientes de que la razón principal fue la oposición de Estados Unidos, aunque ellos mismo (europeos) lo han admitido informalmente”, ha recalcado.
Para finalizar, ha señalado que actualmente debido al poderío estadounidense, los europeos carecen de una voluntad propia, y que en tal situación la Casa Blanca intenta tomar el control del mundo.
Centro de la capitalina ciudad de Kiev, devastada por la crisis ucraniana.
Desde la adhesión de Crimea a la Federación Rusa, tras el referéndum celebrado el 16 de marzo de 2014, Washington y el bloque occidental acusan a Moscú de intervenir en el conflicto entre Kiev y los independentistas, algo que el Kremlin ha negado categóricamente en todo momento.
Hasta ahora, Estados Unidos y la UE han impuesto varias rondas de sanciones económicas contra Rusia, incluidos a individuos, organizaciones y sectores bancarios, energéticos y de defensa, alegando la supuesta intervención de Moscú en los asuntos de Kiev.
Sin embargo, muchos Gobiernos europeos —Italia, España, Austria, Grecia, Chipre, Eslovaquia, República Checa y Hungría— que han sufrido colosales pérdidas económicas por las sanciones de Rusia, han criticado la decisión de Bruselas de aplicar dichas medidas punitivas.
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