"La euforia de algunos países por la primavera árabe se ha visto sustituida por el miedo ante la sombra de las guerras religiosas de fondo y la amenaza del terrorismo", ha afirmado el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
"La situación en Oriente Medio se ha degradado hasta un punto en que se puede hablar de la destrucción del mapa político de la región", ha afirmado el ministro ruso de exteriores. Lavrov ha recordado al Consejo de Seguridad que los militantes del Estado Islámico en Irak y Siria poseen incluso "componentes de armas de destrucción masiva".
"No se puede promover la lucha contra el extremismo pasando por encima de los gobiernos legítimos", ha dicho Lavrov. "Es preciso crear cuanto antes una base de datos sobre los militantes terroristas y flexibilizar los mecanismos del intercambio de aquellos", ha agregado.
El ministro ruso ha propuesto también incluir al Estado Islámico además de otras organizaciones en la lista de las sanciones antiterroristas del Consejo de Seguridad de la ONU. "Detener el flujo financiero del Estado Islámico es una clave para derrotar al terrorismo", ha explicado.
El jefe de la diplomacia rusa ha anunciado que presentará este miércoles un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria. Este borrador se apoya en los documentos previamente adoptados por el Consejo y hace hincapié en emprender unas acciones contraterroristas bien coordinadas que se fundamenten en las normas y los principios del derecho internacional, ha aseverado Lavrov.
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