La posición de Moscú en relación a Siria se ha convertido en un factor diplomático que la comunidad internacional tendrá que considerar, mientras las acciones del presidente ruso, Vladímir Putin, "convierten a su país en un iniciador de procesos en la arena internacional", escribe el columnista israelí Amit Leventhal en el portal de noticias Walla.
En su artículo, Leventhal señala que el mandatario ruso tiene algo que celebrar en lo que se refiere al objetivo de "devolver el estatus de superpotencia diplomática a Rusia y de aumentar la influencia en el ámbito internacional". El autor destaca que esto está conectado al apoyo continuo al Gobierno sirio de Moscú, que suministra armas modernas a Damasco en el marco de convenios existentes.
"Desde un punto de vista estratégico, el momento seleccionado es apropiado, en vísperas de la 70 sesión de la Asamblea General de la ONU, cuando a finales del mes los jefes de Estados de todo el mundo llegarán a Nueva York. La agenda incluirá una guerra en Oriente Medio y la crisis migratoria en África, provocada por ellos [por los países occidentales]", señala el analista.
El columnista considera que Vladímir Putin "no vendrá con las manos vacías" tras una década de ausencia en la Asamblea General.
De acuerdo con Leventhal, el apoyo de Moscú a Bashar al Assad en el conflicto sirio se ha convertido para Rusia en "un factor diplomático que las Naciones Unidas tendrán que tener en cuenta". "Este es un gran éxito para Putin, que convierte a su país en un iniciador de procesos en el ámbito internacional", sostiene.
"Poco a poco, Putin utiliza la confusión de Occidente y los esfuerzos aislacionistas de Estados Unidos para fortalecer la posición de Rusia", afirma el columnista. Además, la posición de Rusia en su conjunto está orientada a Oriente Medio, como demuestra el acercamiento de Rusia y Egipto, agrega Leventhal.
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