Imagen ilustrativa / Matt H. Wade
La política actual de Estados Unidos aumenta las contradicciones entre las diferentes fuerzas que luchan en Siria y otros lugares de Oriente Medio. Con su manera de actuar, el país norteamericano corre el riesgo de perder a otro aliado en la zona.
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Estados Unidos está provocando que sus aliados en la lucha contra los terroristas del autodenominado Estádo Islámico se enfrenten entre sí, asegura el diario 'The Washington Times'.
Recientemente, las autoridades estadounidenses han contado con la ayuda del partido kurdo Unión Democrática (PYD), que ha retomado sus tierras y ha logrado proteger sus territorios en el norte de Siria. Sin embargo, esta colaboración puede resultar peligrosa por el papel que posee Turquía en la región.
De acuerdo con las autoridades de este país miembro de la OTAN —que forma parte de la coalición liderada por EE.UU.—, ese partido político kurdo procede del Partido de Trabajadores de Kurdistán, que Turquía y otros países occidentales consideran como una organización terrorista. Según el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, una unión kurda en su frontera con Siria supone un peligro para la seguridad de su país.
Por este motivo, el pasado 29 de octubre Turquía amenazó a Washington con hacer todo "lo que sea necesario" para evitar que los kurdos sirios declaren la autonomía en ciudades cerca de la frontera gubernamental.
Por su parte, Rusia también pretende colaborar con PYD con lo cual, en el caso de que el Ejército Ruso consiga proteger las tierras de los kurdos sirios a cambio de que apoyen al presidente del país, Bashar Al Assad, EE.UU. terminará perdiendo a otro aliado.
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