Los combatientes de los Navy SEAL, la fuerza principal de operaciones especiales de la Armada de EE.UU., no tienen suficientes fusiles de asalto.
La entonces primera teniente de la Armada de EE.UU., Kristen Griest, participa en un entrenamiento
en el estado de Georgia, EE.UU., junto con otros soldados, el 20 de abril de 2015 / Spc. Nikayla
Shodeen/U.S. Army / Reuters
Los fusiles de asalto que utilizan los Navy Seal se consideran un arma sumamente personal, ya que van equipadas con una mira telescópica y un puntero láser y se ajustan a los parámetros individuales de cada combatiente. Hunter apoyó a los militares y destacó que los rifles eran unos de los objetos más baratos empleados por los militares y que el problema no era falta de dinero, sino el malgasto. "El dinero no llega a la gente a la que tiene que llegar", dijo el congresista.
La carabina M4, el fusil de asalto más común entre los militares, cuesta menos de mil dólares y el Congreso ha venido aumentando el presupuesto de las fuerzas de operaciones especiales desde los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. Asimismo, entre 2014 y 2015 el presupuesto militar se incrementó en alrededor de 11 millones de dólares.
El general Joseph Votel, jefe del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., afirmó que los militares son conscientes de la existencia del problema destacado por Hunter y añadió que los fusiles de asalto intensamente usados eran sometidos a tareas de mantenimiento e inspección con las que contribuir a la falta de dichas armas.
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