Los tribunales de Turquía han ordenado el arresto de 41 generales y almirantes. Ankara cesa a 30 gobernadores, centenares de altos funcionarios y suspende a casi 9.000 policías.
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El número total de detenciones asciende a 7.543, ha informado el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, cuyas palabras recoge el diario 'Haber Turk'. 100 de los detenidos por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado producido el viernes pasado en Turquía son oficiales de la Policía, 6.038 militares, 755 jueces y fiscales y 650 civiles.
Trece generales, incluido el exjefe de las Fuerzas Armadas, Akin Ozturk, y un almirante de la Armada comparecieron la pasada noche en un juzgado, donde se ordenó su arresto. Se les imputa el intento de golpe de Estado militar, atentar contra el presidente turco y homicidio doloso.
Por el momento han sido cesados 30 gobernadores, 246 responsables administrativos y al menos 8.777 policías han sido despedidos. El Ministerio de Hacienda ha perdido cerca de 1.500 funcionarios durante la limpieza de los supuestos simpatizantes del golpismo. Se ha iniciado un proceso disciplinario contra 48 miembros del Consejo de Estado, informa el diario.
Secuelas de la conspiración militar
El balance de muertos como consecuencia del fallido golpe ha subido a 290. Cerca de 1.440 personas resultaron heridas.
Los enfrentamientos en las calles de Ankara continúan. Un tiroteo ha sido protagonizado este lunes por miembros de la Policía y varios atacantes en un vehículo: se ha saldado con dos personas muertas y uno de los atacantes capturado, informa el periódico 'Hurriyet'.
El presidente Recep Tayyip Erdogan volvió a plantear la restauración de la pena de muerte en Turquía tras la intentona golpista: una medida que pondría fin a las negociaciones sobre la adhesión del país a la Unión Europea. Al menos así lo ha asegurado en Berlín el portavoz del Gabinete de Ministros de Alemania, Steffen Seibert.
Asimismo el ministro en funciones de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, ha advertido al Gobierno turco de que cualquier ruptura con los principios en los que se basa la Unión Europea "dificultaría enormemente" sus relaciones con el bloque comunitario, informa Europa Press.
¿Golpe de control previo?
En opinión del politólogo Eduardo Luque Guerrero, Turquía va camino de convertirse "en una dictadura con una pátina de democracia", que le permitiría a Erdogan mantenerse en el poder.
Hay elementos que inducen a pensar que estamos ante una situación ya prevista y preparada, denuncia el analista español en un comentario concedido a RT. Destaca el hecho de que haya 'listas negras' previas al golpe de Estado, y el hecho de que el presidente aproveche los sucesos para eliminar la judicatura y centralizar el país.
De los miles de detenidos y despedidos, muchos eran asociados a los sindicatos laicos y no estaban de acuerdo con la islamización del país, sostiene Guerrero. Aquellos funcionarios posiblemente no tenían nada que ver con el golpe, pero han sido igualmente eliminados.
No obstante, "a estas alturas es difícil todavía definir el proceso que se ha producido en Turquía como un autogolpe". A lo mejor, se trata de un golpe militar "del cual el propio Erdogan tuviera un control y un conocimiento suficiente".
La versión de que el alzamiento podía ser "una puesta en escena" por parte de los políticos de Ankara, fue lanzada desde Estados Unidos por el clérigo musulmán Fethullah Gulen, quien reside en el país norteamericano desde 1999. Precisamente sobre él cae la acusación de haber sido el 'cerebro' del intento de golpe.
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