El drama que vive actualmente Ucrania es el resultado de "falsificaciones históricas flagrantes", según los descendientes de la aristocracia rusa que emigró al extranjero durante la Revolución de 1917. Ahora han publicado una carta abierta para protestar por "las calumnias que se lanzan diariamente contra Rusia".
"La hostilidad agresiva que se muestra estos días contra Rusia es totalmente irracional. La política de doble rasero está pasando de la raya", insiste la misiva, que ha recogido ya las firmas de más de 100 nobles rusos y ha sido publicada en el portal Russky Most.
El documento denuncia "la metódica exterminación" de la población del este de Ucrania, así como la "indignante rusofobia" propia de los medios de comunicación y los discursos de los políticos de Occidente. Destaca además que sus "posturas hipócritas" no hacen más que perjudicar los intereses de Europa.
"Responsabilizan a Rusia de todos los crímenes posibles, la declaran culpable a priori, sin prueba alguna, mientras que con otros países se muestran sorprendentemente indulgentes, incluso en lo referente al respeto de los derechos humanos", sostiene la carta.
Las instituciones oficiales europeas y los medios "guardan un vergonzoso silencio" sobre los bombardeos que realiza el Ejército ucraniano contra la población civil de Donbass con apoyo de agrupaciones paramilitares nazis, denuncian los autores del documento. Desde su punto de vista, Kiev interpreta este silenciamiento como una carta blanca para seguir destruyendo y asesinando.
Desde hace ya meses niños y ancianos están siendo asesinados y mutilados, los presos de guerra sufren torturas, subraya la carta. Y destaca que ahora que el Gobierno de Kiev ha decidido aislar totalmente la región suroriental del país y, a pesar de considerarla parte de su territorio, la ha dejado sin gas ni electricidad, transporte ferroviario, pensiones, salarios ni medicamentos, Donbass puede perecer.
Denuncian también que los sacerdotes de la Iglesia ortodoxa rusa están siendo perseguidos e incluso asesinados. Medio centenar
de iglesias han sido bombardeadas en la región, y una veintena de ellas han quedado completamente destruidas. Afirman que los propios creyentes no escapan a esta persecución. "¿Dónde están ahora los valores europeos?", se preguntan los firmantes del documento.
"No podemos aceptar las calumnias que se lanzan contra la Rusia contemporánea a diario, contra sus autoridades y su presidente, sometidos a sanciones y vilipendios que desafían el sentido común más básico. Esas ideas absurdas son autodestructivas para los propios países europeos y hace reflexionar a todos aquellos que ven en ellas un deseo de Occidente de obstaculizar el desarrollo de Rusia más que un intento de solucionar la crisis en Ucrania", concluye la carta
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