La Federación de Rusia ha aprobado su nueva doctrina militar estratégica, un documento en el que define las principales amenazas contra el Estado ruso, sus aliados y las respuestas en caso de agresiones directas en su contra o que afecten a sus aliados.
El presidente Vladimir Putín firmó el decreto “Sobre la doctrina militar de la Federación de Rusia”, informa el servicio de prensa presidencial. El documento establece las nuevas líneas estratégicas de Rusia, orientadas a “la disuasión y la prevención de conflictos militares, la mejora de la organización militar, formas y métodos de las Fuerzas Armadas, tropas y cuerpos; así como aumentar la preparación con el fin de garantizar la defensa y la seguridad de la Federación de Rusia, así como los intereses de sus aliados”.
La revisión de la doctrina militar del Kremlin fue propuesta el 5 de julio de 2013 por decisión del Consejo de Seguridad de Rusia para ajustar la defensa del Estado tras el incremento de las acciones políticas y militares de EE.UU. y sus socios de la OTAN en su contra.
OTAN entre las principales amenazas externas
El documento publicado por el Kremlin cita entre las principales amenazas las siguientes:
El incremento del potencial de fuerza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), las funciones globales que adquirió y la aproximación de infraestructura militar de los países miembros del bloque a las fronteras rusas en un proceso de expansión en franca violación del Derecho Internacional:
La desestabilización en los distintos países y regiones que socavan la estabilidad mundial y regional;
El despliegue (acumulación) de los contingentes militares Estados extranjeros en los territorios limítrofes de la Federación Rusa y sus aliados, así como en aguas adyacentes, incluyendo presión política y militar a la Federación de Rusia;
La creación y despliegue estratégico de sistema de defensa de misiles que socavan la estabilidad mundial y violan el equilibrio de fuerzas en la esfera de misiles nucleares. La proliferación de armas de destrucción masiva, misiles y tecnologías para los mismos;
La violación y el incumplimiento de acuerdos y tratados internacionales en materia de prohibición, restricción y reducción de los armamentos;
Las exigencias territoriales a la Federación Rusa y sus aliados y la interferencia en sus asuntos internos;
El uso de fuerza militar en los territorios contiguos a la Federación de Rusia y sus aliados en la violación de la Carta de las Naciones Unidas (ONU) y otras normas de derecho internacional;
La creciente amenaza del extremismo global (el terrorismo) y sus nuevas manifestaciones fruto de la falta de una cooperación internacional efectiva; así como el uso por estas organizaciones de materiales radiactivos, químicos y el escalamiento de las acciones de la delincuencia organizada transnacional, especialmente el tráfico ilícito de armas y de drogas;
El uso de tecnologías de información y comunicación tecnologías con fines políticos-militares contrarios al derecho internacional, con el objetivo de atentar contra la soberanía, la independencia política, la integridad territorial de los Estados y amenazando la paz, la seguridad y estabilidad global y regional.
El establecimiento en los Estados contiguos como resultado del derrocamiento de las autoridades públicas legítimas cuyas políticas amenace los intereses de la Federación de Rusia;
Acciones a tomar por parte de Rusia
Resulta novedoso en el documento la mención inédita al territorio Ártico en la estrategia política militar del gigante euroasiático.
Entre las tareas que plantea la nueva estrategia se encuentra la evaluación permanente de la situación política militar regional y mundial, así como el estado de las relaciones bilaterales; la neutralización de potenciales peligros militares y no militares que atenten contra la Federación Rusa y sus aliados; el mantenimiento de la estabilidad global y regional mediante el uso de mecanismos de disuasión políticos, diplomáticos y militares.
En el plano interno recomienda la combinación de los esfuerzos entre el Estado, la sociedad y los individuos en función de la protección y defensa de la Federación de Rusia; el desarrollo y aplicación de medidas destinadas a mejorar la eficacia de los militares y la formación patriótica de los ciudadanos y su capacitación para el servicio militar.
De igual modo resalta la importancia que otorga la dirigencia rusa al papel geoestratégico de los BRICS en una política orientada a “ampliar la gama de socios y el desarrollo de mecanismos de cooperación sobre la base de intereses comunes en el ámbito de fortalecimiento de la seguridad internacional, de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, los principios generalmente reconocidos y el derecho internacional y los tratados internacionales”.
La Federación de Rusia se plantea como objetivo la ampliación de la cooperación con los Estados miembros de los BRICS (Brasil, India, China, Sudáfrica y Rusia) en una alianza estratégica política y económica que tiene entre sus objetivos contribuir a la estabilidad del planeta; un aspecto que ha sido resaltado dado el avance de los sectores militaristas de la OTAN con Estados Unidos a la cabeza.
El punto 27 de la nueva doctrina agrega que; “la Federación de Rusia se reserva el derecho a utilizar armas nucleares en respuesta a ataques con armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en contra de Rusia y/o sus aliados, así como en el caso de una agresión a la Federación con armas convencionales que supongan una amenaza para la existencia del Estado". Un elemento que sin duda pretende dar respuesta a la agresividad de la política exterior estadounidense de los últimos tiempos y que viene atentando contra la seguridad de Rusia y sus aliados.
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