Este jueves el papa Francisco ofreció su tradicional bendición de Navidad en un acto anual en el que trató los problemas del mundo y llamó a los políticos a superar las diferencias y alcanzar una convivencia duradera.
El papa Francisco ha pronunciado este jueves en la Plaza de San Pedro de Roma la tradicionalbendición 'Urbi et orbi' ('a la ciudad y al mundo'), dirigida a más de 1,2 millones de católicos y a millones personas de otras confesiones de todo el planeta.
ALBERTO PIZZOLI / AFP
"Pido a todos los que tengan responsabilidades políticas que se comprometan a superar contrastes mediante el diálogo y construir una convivencia duradera", declaró el pontífice argentino acerca de la cuestión política.
Asimismo, Francisco habló de la difícil situación de los cristianos y de otras minorías religiosas que sufren persecuciones en Oriente Medio, especialmente por parte del grupo yihadista Estado Islámico. "Le pido a Jesús que mire a los hermanos de Irak y Siria, que sufren una persecución brutal. Que la Navidad les traiga esperanza", agregó.
Anteriormente, Francisco deseó valor y calidez para el mundo en su homilía de la misa de Nochebuena, ya que dios es más fuerte que "la oscuridad y la corrupción". También hizo unallamada telefónica a los refugiados iraquíes que huyeron de la violencia del Estado Islámico, diciendo que son "como Jesús esta noche".
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