PL – La violencia e inseguridad en México y Colombia tienen similitudes y diferencias, pero en ambos casos está presente la injerencia de Estados Unidos, se señaló hoy estudiosos sobre ese tema.
Bajo los pretextos de la lucha contra el narcotráfico Washington se involucra en ambas naciones, subrayaron participantes en el seminario internacional Colombia-México. Paramilitarismo y despojo territorial, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Mientras que en ocho años (2006-2014) en México han sido asesinadas más de 120 mil personas y hay alrededor de 30 mil desaparecidos, en Colombia entre 1958 y 2014 se registraron 250 mil asesinatos políticos, de los cuales el 80 por ciento se dieron de los años 90 a la fecha, se enfatizó en el foro.
Camilo González, del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) de Colombia, dijo que por décadas los grupos criminales y paramilitares sembraron terror en sectores de la población, obligándolos a desplazarse de sus territorios como forma de control público.
Destacó que cifras oficiales hablan de 10 millones de hectáreas impactadas por el desplazamiento forzado, y siete millones de personas que tuvieron que dejar sus lugares de origen.
El Plan Colombia, promovido por Estados Unidos, se puede sintetizar en tres etapas, argumentó González.
Estas son el desarrollo de una guerra para neutralizar la guerrilla y lograr el desplazamiento de millones de colombianos; la acción del Estado para asumir el control de las localidades, y la consolidación del “funcionamiento del estado de derecho” para hacerse de las tierras abandonadas y ofertarlas a los grupos poderosos.
Luis Suárez, de la Universidad de La Habana, afirmó que Colombia se convirtió en el centro de entrenamiento de miles de oficiales de América Latina.
Afirmó que entre 2007 y 2009 se capacitaron en territorio colombiano más de 22 mil efectivos, de los cuales 40 por ciento fueron mexicanos y otro 20 por ciento de naciones de Centroamérica.
Luis Hernández Navarro, articulista del diario mexicano La Jornada, dijo que el crimen es un importante negocio, pues 10 por ciento del Producto Interno Bruto mexicano se contabiliza de actividades criminales, y de ese total 45 por ciento corresponde al tráfico de drogas, negocio que emplea a más de 750 mil personas.
Hoy se vive “en la era del capitalismo criminal. Las mafias y los grupos de la economía criminal se han instalado en el corazón de nuestros sistemas políticos y económicos; no son un fenómeno aislado, sino una especie de empresa, de carácter ilegal, con un pie bien plantado en el mundo financiero y de los negocios, en el aparato de seguridad y judicial, y hasta el mundo político, concluyó Carlos Fazio, de la UNAM.
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