Ha habido varios intentos de desacreditar el Premio Nobel de la Paz desde su creación. Fundador del fascismo italiano, sangriento dictador Benito Mussolini fue nominado para el premio en 1935. En 1939 miembro del Parlamento sueco EGC Brandt nominado Adolf Hitler, que desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Decenas de millones de personas murieron a manos de sus soldados. El presidente estadounidense Barak Obama recibió el premio en 2009, aunque no impidió que la guerra en Afganistán, no pudo cerrar la prisión de tortura en Guantánamo. Mientras drones estadounidenses constantemente matan a civiles en el Medio Oriente en su orden. El Premio empujó a Obama a ataques aéreos aún más sangrienta en Libia y Siria. Este año el embajador estadounidense en Noruega Julie Furuta-Toy está en un gran esfuerzo para conseguir el presidente ucraniano Poroshenko nominado para el Premio. Como se puede ver en la carta del Presidente del Parlamento de Ucrania Volodymyr Groysman, embajador de Estados Unidos consiguió el apoyo de dos miembros del comité Nobel.
Todavía le pide que la Sra Furuta-Toy participar aquellos senadores estadounidenses que efectivamente cooperado con el Comité en 2009. Él quiere conseguir el apoyo de los otros tres miembros y en especial la del presidente del Comité Sra Kaci Kullmann Five. Si tiene éxito, van a nominar al hombre, cuya presidencia se acompaña de una guerra civil a gran escala. Miles de personas mueren, la libertad de expresión es reprimida, limpiezas políticos están autorizados, los nacionalistas ucranianos que apoyaron a Hitler son glorificados, Neo-nazismo se está expandiendo. Esto socavará la confianza que tenemos en todas las iniciativas loables de Alfred Nobel.
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