martes, 14 de agosto de 2012

Excomandante paramilitar vuelve a salpicar a Álvaro Uribe

Mancuso

Arturo Wallace.-BBC Mundo, Bogotá    El excomandante paramilitar Salvatore Mancuso se desmovilizó en 2005 y lleva casi cuatro años en una cárcel de Estados Unidos, pero este viernes logró paralizar casi por completo a Colombia.
En una extensa entrevista concedida a una emisora local (Radio Caracol), Mancuso volvió a vincular a varias personalidades del mundo de la política colombiana con sus actividades paramilitares.
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Y desde entonces en los corrillos políticos del país casi no se habla de otra cosa.
La reacción más fuerte provino de los allegados al expresidente Álvaro Uribe, que inmediatamente desmintieron que el exmandatario alguna vez se hubiera reunido con el líder paramilitar, como este afirmara durante la entrevista.
"Nunca, absolutamente nunca (se reunieron Uribe y Mancuso)", le dijo a BBC Mundo José Obdulio Gaviria, quien fuera asesor del expresidente durante sus dos mandatos.
"Una vez se encontraron en un almacén de insumos agropecuarios, pero Uribe no tenía idea de quién era él y Uribe saluda absolutamente a todo el mundo", afirmó Gaviria, para quien las declaraciones de Mancuso hacen parte de una "conspiración criminal" orquestada "desde la extrema izquierda" para desprestigiar al exmandatario.
Y el abogado de Uribe, Jaime Granados, informó que su representado se preparaba para demandar por injurias y calumnias al excomandante paramilitar, quien también afirmó haber apoyado la campaña de reelección del expresidente colombiano.
¿Venganza o advertencia?
expresidente Alvaro Uribe
Esta no es la primera vez que alguien intenta vincular directamente al expresidente Uribe con los grupos paramilitares de derecha responsables de numerosas violaciones de derechos humanos.
Salvatore Mancuso
Salvatore Mancuso fue miembro del Estado Mayor y comandante de varios bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia, la agrupación paramilitar de derecha fundada en 1997 para combatir a la guerrilla.
Mancuso fue uno de los principales voceros de las AUC durante el proceso de negociación promovido por el entonces presidente Álvaro Uribe, el que llevó a su desmovilización en el año 2005.
Las AUC están acusadas de haber cometido numerosas masacres en contra de civiles y otras violaciones de derechos humanos, así como de vínculos con el narcotráfico.
Por esta última razón Salvatore Mancuso y otros comandantes paramilitares fueron extraditados a EE.UU. en 2008.

Pero el exmandatario siempre lo ha negado.
Y durante la entrevista Mancuso no quiso entrar en detalles sobre las supuestas reuniones con Uribe, aduciendo temer por la seguridad de su familia.
Esta falta de pruebas les ha permitido a los simpatizantes del expresidente descartar los señalamientos del excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia -extraditado por Uribe a EE.UU. para que respondiera por acusaciones de narcotráfico- como una venganza.
Pero para el analista Mauricio Romero esa economía en los detalles también se puede interpretar como una advertencia de que Mancuso puede contar más si no recibe algo a cambio antes.
"La entrevista se tiene que ver en el contexto de esa carta que ellos (los comandantes paramilitares) mandaron hace dos semanas, en la que pedían se renegociara con las Autodefensas", explicó Romero.
"Ellos definitivamente quieren que se les reconsideren sus penas, especialmente si se está discutiendo (en el Congreso) el Marco para la Paz", dijo refiriéndose a un proyecto de ley que quiere crear mejores condiciones para una eventual desmovilización de los grupos guerrilleros.
"(Los comandantes paramilitares) estarán pensando: bueno, de aquí, de la cárcel en Estados Unidos, salimos en 5 o 7 años, pero no hacemos ningún negocio si después nos mandan a Colombia a pagar 30 años".
"Entonces creo que el mensaje puede ser: si ustedes no nos meten a nosotros en el Marco para la Paz que se está discutiendo, entonces vamos a hablar más en detalle", dijo Romero, un académico y analista de la corporación Nuevo Arcoiris que ha escrito varios libros sobre los paramilitares colombianos.
Asignatura pendiente
De hecho, para Romero, más allá de la supuesta reunión con Uribe, Mancuso no dijo nada especialmente nuevo.
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Y el analista también reconoce que la extemporaneidad de las revelaciones del excomandante paramilitar -quien durante la entrevista también dijo que sectores de la derecha venezolana habían contactado a las AUC para intentar llevar a cabo un golpe de estado- hacía que sus motivaciones fueran objeto de sospecha.

Colaboradores de Uribe niegan que este se haya reunido con Mancuso.
"La incriminación del presidente Uribe puede tener un elemento de retaliación o ser una indicación de que se rompió el pacto de silencio", le dijo a BBC Mundo.
Por lo pronto, el debate en las redes sociales parece confirmar que, en lo que se refiere a Uribe, una mitad de los colombianos no necesitan pruebas para creer en la culpabilidad de Uribe y la otra mitad no requiere de pruebas para estar convencidos de su inocencia.
Y también pone en evidencia lo mucho que aún queda por caminar para hacer cumplir los compromisos con la verdad, la justicia y la reparación contemplados en la Ley de Justicia y Paz, que fue la que permitió la desmovilización formal de los grupos paramilitares.

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