Por: Steve Byron (AGPROG). WASHINGTON-EUA.-AGPROG(01-05-2015).- La embajadora de EE.UU. pide a la guardia silenciar al delegado de Corea del Norte en la ONU.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power, pidió “llamar a la guardia” para silenciar al miembro de la delegación de Corea del Norte, Ri Song-chol, durante una reunión sesión en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y de esta forma Impone un Golpe de Estado en el organismo, contra cualquier país o nación que se atreva hablar de su política tanto interior o exterior y es susceptible a silenciar a la delegación completa con el uso de la fuerza.
Según informa la agencia TASS, el incidente tuvo lugar después de que el embajador norcoreano tomando la palabra en la sesión, dio su parecer y su criterio en una serie de discursos sobre la situación con los derechos humanos en su país y denunciar la política de doble rasero de EEUU y los crímenes del Departamento de Estado y su Complejo Militar industrial militar en el planeta, esto sumado a los “graves actos de discriminación racial en EEUU e impunes” cometidos por la Policía estadounidense contra los afroamericanos e hispanos y comunidad latina en los recientes meses, las horrendas torturas practicadas por la CIA dentro y fuera de EEUU como también la intervención en los asuntos internos de las naciones. El diplomático Norcoreano también critico que EEUU exige a otros países Libertad y Democracia mientras que en EEUU se suprimen las libertades, la democracia y se atacan países para doblarles el brazo. Esto incomodo gravemente a la delegación de EEUU en la ONU.
“Esas declaraciones les desacreditan completamente”, gritó Power al delegado norcoreano en la ONU. EEUU impuso de esta manera un Golpe de Estado en Las Naciones Unidas, donde esta nación tiene la potestad de criticar a otros libremente, pero no soporta que otros países le hagan críticas sobre su política interior o exterior.
El Golpe de Estado de EEUU o Ley Marcial tuvo éxito en la ONU y se aplicó por la fuerza donde al embajador Ri de NorCorea tuvo que terminar su discurso con el micrófono desconectado, porque la representante de EE.UU. exigió apagárselo a los guardias de seguridad. Finalmente, él y dos diplomáticos norcoreanos más abandonaron el salón, acompañados y custodiados por los agentes de seguridad y de la CIA.
Las denuncias de NORCOREA fueron en referencia a:
Los sucesos en Ferguson y los de Baltimore en EEUU donde no se respetan ni se juzgan a los responsables de crímenes.
A si mismo Corea del Norte se ha dirigido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para exigir que se examinen las torturas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en lugar de las presuntas violaciones de los derechos humanos en el país asiático.
Piongyang afirma que las denuncias sobre violaciones de derechos humanos asociadas al Gobierno comunista tienen una motivación política, mientras que el verdadero problema para el mundo es la práctica de torturas de la CIA a sospechosos de terrorismo.
El embajador de Corea del Norte ante la ONU, Ja Song-nam, aseguró en una carta dirigida al presidente del Consejo de la ONU que los delitos cometidos por la CIA y las fuerzas militares estadounidenses en “lugares negros” de todo el mundo representan “las formas medievales más brutales” de tortura y “graves violaciones de los derechos humanos”.
Piongyang quiere que Washington sea juzgado por la Corte Penal Internacional, pero no verá cumplidas sus esperanzas ya que EE.UU. tiene capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La solicitud de Corea del Norte se produce después de la publicación del informe del Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. que detalla “las técnicas de interrogatorio mejoradas” del Gobierno de Bush y su “guerra contra el terror”.
También se denunció que EEUU permanece inmóvil ante las denuncias y no tiene la voluntad de actuar en contra de sus Agencias de seguridad como la CIA. Se hizo referencia también a que la organización defensora de Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) acuso al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de aplicar una “amnistía de facto” a las personas involucradas en el programa de la CIA en el marco del cual se detuvo y torturó a los capturados a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en ese país.
Según Amnistía Internacional, desde la publicación el pasado mes de diciembre de un informe del Senado estadounidense sobre el uso de lo que la CIA llamó “técnicas mejoradas de interrogatorio”, el Gobierno de EEUU no hizo nada para acabar con la impunidad de quienes abusaron y maltrataron a presos y al contrario los protege.
Naureen Shah, investigadora de AI, señalo que la Administración, efectivamente, había garantizado la inmunidad ante eventuales procesamientos al no investigar completamente las conductas que salieron a la luz tras una investigación de cinco años.
El informe del Comité de Inteligencia del Senado concluyó que la CIA había engañado a la Casa Blanca y al pueblo estadounidense sobre un programa en el que estaban incluidas torturas a miembros de Al Qaeda y otros cautivos en instalaciones secretas de todo el mundo entre 2002 y 2006.
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