Restringir la publicidad que incite al consumo de 'comida basura', prácticamente aplicando las limitaciones sobre los anuncios de alcohol, es lo que ha propuesto un legislador ruso.
Las restricciones afectarían a las gaseosas, papas fritas, dulces, margarina y algunos embutidos, escribe el diario 'Kommersant'.
La iniciativa ayudaría a mejorar la cultura alimenticia entre los jóvenes, evitar la obesidad y problemas sanguíneos, según Vasili Shestakov, el autor de la enmienda.
El diputado de la Cámara baja (la Duma Estatal) propone vetar los anuncios en los que se afirme la presunta inocuidad o utilidad de la comida rápida, así como el uso de imágenes de menores de edad o alusiones a ellos.
Propone que la comida rápida no se publicite en la prensa impresa, así como productos audiovisuales destinados a los menores y programas de televisión y radio entre las 7:00 y las 22:00.
Dichos anuncios serán prohibidos en lugares públicos, incluidos hospitales, escuelas, sanatorios, teatros y circos.
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