martes, 15 de marzo de 2011

Fuimos educados para vivir en una fantasía que ya ha comenzado a esfumarse.Horacio Drago informa





Informe resumido del día 14 de marzo:

Dado que la falta de información confiable continúa siendo la norma para todos los organismos de seguridad nuclear nacionales e internacionales, seguimos tratando de reconstruir un cuadro de la situación real, en base a datos fragmentados e información de fuentes serias recopiladas de diversos orígenes. En líneas generales se confirma las presunciones del informe preliminar de ayer, con el agravante de que ya no se trata de un solo reactor nuclear comprometido y en riesgo de fusión completa, sino que es un cuadro de precariedad casi generalizado en varias de las centrales atómicas japonesas que estaban localizadas en las costas más afectadas por el frente del tsunami.
Básicamente el problema fue el mismo en todos los reactores: El cataclismo natural disparó que los sistemas de seguridad los hicieran entrar en parada, pero como al mismo tiempo quedaron inutilizados los sistemas de refrigeración del núcleo y los equipos de energía auxiliar, dentro de las vasijas de los reactores el combustible entró en una ascendente descontrolada de temperatura, lo cual obligó a liberar gases radioactivos a la atmósfera para bajar la presión interna, y así evitar el colapso total (esto sin dudas constituye una grosera e inexplicable falla de diseño para plantas nucleares ubicadas en zonas costeras de alta sismicidad). A su vez la acumulación de hidrógeno en el recipiente de contención secundario produjo el estallido del mismo, ayer en Reactor Nº 1 y hoy en el Nº 3 de la planta Fukushima Daiichi. Se presume que ambas explosiones fueron causadas por la disociación del agua inyectada como refrigeración de emergencia. Si bien volaron por los aires ambos recipientes de contención secundaria, se cree que las vasijas que contienen los núcleos se encuentran todavía en condiciones de mantener el material de fisión confinado dentro de sus límites. Sin embargo ahora esta es la última y única barrera de la cual depende que esta sucesión de graves accidentes no se transforme en un completo desastre. 


El Reactor Nº 3 que sufrió la explosión esta mañana utiliza como combustible una mezcla de óxido de plutonio y óxido de uranio que se conoce como MOX, y tiene la particularidad de que puede alcanzar mayores temperaturas todavía que las del Reactor Nº 1, con lo cual el riesgo de fusión es mayor. Si la última barrera que constituye la vasija de contención no puede resistirlo, ese material altamente radioactivo se liberaría al medio ambiente.
Asimismo la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) ha informado hoy que también los sistemas de refrigeración del Reactor Nº 2 de la planta nuclear Fukushima Daiichi han quedado inoperativos, con lo cual se espera que pueda suceder lo mismo que en los otros dos. Por el momento la información con que se cuenta no alcanza para establecer si se han disparado ya los procesos de fusión del núcleo en los reactores siniestrados. Recién hoy TEPCO admitió oficialmente que la situación en Fukushima Daiichi está totalmente descontrolada y puede transformarse en un desastre.
Seguidamente un mapa de la pluma de difusión teórica de la nube radioactiva ante un eventual colapso nuclear en Japón:
Por su parte en las plantas nucleares de Onagawa y Tokai se informa que los sistemas de refrigeración de emergencia están pudiendo mantener los núcleos de sus reactores refrigerados, con lo cual la situación allí sería igualmente precaria, pero hasta el momento de menor gravedad que en Fukushima Daiichi. Oficialmente se informa que hasta el momento 200 personas fueron alcanzadas por diferentes niveles de radiación y se encuentran hospitalizadas padeciendo los síntomas de exposición. Como en todo lo que se viene informando, es muy posible que también la cantidad de personas afectadas sea mucho mayor que dicha cifra. Hay una frase que resume en forma muy gráfica la política informativa nuclear ante cualquier tipo de anomalía: "Todo se tambalea, pero hacen como que bailan"
Mapas de la vulnerabilidad nuclear: Localización de centrales atómicas operativas en Europa y en el mundo:
Algunas reflexiones desde el punto de vista del Movimiento de Transición:
Japón generaba hasta este momento el 35% de su energía con centrales nucleares. Detenerlas implicaría virtualmente el colapso de una de las sociedades más complejas y desarrolladas del planeta. Ese país asimismo es tenedor del 20% de los títulos de la gigantesca deuda pública emitida por Estados Unidos, y por pura lógica, ante este desastre intentarán desprenderse de esos bonos con el fin de obtener liquidez financiera y cubrir parte de los cuantiosos daños. La deuda pública de Japón representa el 200% de su PBI, es decir, más allá de su aparente opulencia y estado de bienestar, financieramente es otro país quebrado.
En el actual contexto económico y energético del planeta, los hechos acaecidos en Japón son muy relevantes por diferentes causas. En primer lugar, se comprueba una vez más que el nivel de tecnificación y desarrollo de una sociedad, representa a estas alturas su nivel de vulnerabilidad. La civilización industrial tal como la conocemos tiene los días contados, y estos hechos sin dudas acelerarán el proceso. En los últimos tiempos veíamos un revivir exitista en todo el mundo (y también aquí en Argentina) de los proyectos de generación de energía con centrales nucleares. Enormes cantidades de subsidios y recursos públicos fueron destinados a diferentes proyectos de investigación atómica y construcción de nuevas centrales. Si bien los gobiernos no admiten aún en forma pública el decrecimiento de la energía fósil, igualmente era un hecho que les servía de justificación para apoyarse en la energía nuclear con el fin de intentar mantener la fantasía del crecimiento económico permanente.

Los hechos dramáticos ocurridos en Japón no solamente pondrán de manifiesto otra vez las insalvables contradicciones del modelo de desarrollo en el que está embarcada toda la humanidad, sino también su absoluta inviabilidad. La opción sigue siendo la misma, pero cada vez se ve más claramente: O volvemos a reconstruir nuestra resiliencia social perdida, nos juntamos para decidir de qué manera vamos a vivir en un futuro de baja energía, más centrado en lo local, y más basado en las redes humanas que en las redes financieras, o nuestro destino está escrito. Somos la cultura más vulnerable que haya existido jamás sobre la Tierra. Fuimos educados para vivir en una fantasía que ya ha comenzado a esfumarse.
Horacio Drago
El Hoyo / Chubut


1 comentario:

  1. Te dejo el enlace de la página de mi blog en la que te cito como traductor del resumen del libro del fin del crecimiento de Richard Heinberg, estoy dispuesta a publicarlo en artículos sucesivos, si no tienes inconveniente, con la esperanza de servir de espejo a estas ideas en un mundo sin ellas y convulso.En el blog tb hay una serie de artículos encuadrados en "la enegía nuclear" dedicados a analizar el desastre de Fukusima y el futuro de la energía nuclear, con algún debate en algunos de ellos por parte de pronucleares, por si te resulta interesante echarles un vistazo, ni que decir tiene que puedes utilizar el material que te resulte útil, un saludo


    http://cristinacarralero.blogspot.com/2011/08/el-final-del-crecimiento.html

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