sábado, 21 de marzo de 2015

La OTAN es incapaz de defenderse de la operación cuyo simulacro está en curso en Rusia


OTAN es incapaz de defenderse de la operación cuyo simulacro está en curso en RusiaАлександр Вильф/РИА Новости
Un artículo analítico del portal Vzgliad ofrece su versión del despliegue sin parangón de tropas rusas a lo largo de las extensas fronteras del país y explica qué amenaza entrañan para la OTAN estas maniobras.
Durante las maniobras de enorme escala que se llevan a cabo en Rusia, el Ejército ruso despliega en la provincia de Kaliningrado, la más occidental del país, los sistemas de misiles Iskander, ya que Polonia se prepara para albergar los sistemas de defensa antimisiles estadounidense. Es una mala noticia para la OTAN, puesto que sus tropas en Europa no podrán defenderse de esta contraofensiva rusa, indica un artículo del portal ruso Vzgliad.
Que elementos del sistema antimisiles estadounidense se desplegarían en el territorio de Polonia era algo que se conocía desde hacía tiempo, y que los intentos diplomáticos de resolver este problema fracasaron también se sabía desde mucho antes que empezaran losacontecimientos de Ucrania.
Al mismo tiempo, hace casi diez años Rusia dio a conocer su decisión de desplegar sus sistemas de misiles Iskander-M precisamente en la región de Kaliningrado, y no en otro lugar. No es un secreto para nadie que tal despliegue sería una respuesta a la instalación del sistema de defensa antimisiles en el norte de Polonia, al igual que la transformación de la península de Crimea en una fortaleza sería una respuesta al despliegue del sistema antimisiles en Rumanía, en el flanco sur. 

El sistema Iskander es 'el asesino perfecto' de los sistemas que EE.UU. y la OTAN están intentando desplegar en la nueva arena de acciones militares en tiempo real que han inventado.

¿En qué se entrenan estos días las tropas rusas?

En este contexto el autor del artículo, el analista Evgueni Krútikov, sugiere ver con detalle algunos aspectos de las maniobras que se han desarrollado en el Distrito Militar del Oeste ruso, las flotas del Norte y del Báltico, así como en la actuación de las tropas especiales (Spetsnaz) y Fuerza Aerotransportada.

Los paracaidistas de la división de Ivánovo se entrenan en la región de Péchenga (es decir, en la frontera con Noruega), la brigada del Ártico practica sus misiones en la Tierra de Francisco José y la Flota del Norte 'libera' el corredor al Atlántico norte desde la costa del mar de Bárents entre Noruega e Islandia, mientras que la aviación de largo alcance realiza sus misiones cerca de Noruega, Islandia y el Reino Unido.

Podrá gustar o no, pero este es el escenario de una posible contraofensiva rusa en respuesta a una posible agresión de la OTAN. Este escenario se desarrolló en forma de proyecto en el período soviético, y desde entonces no ha perdido su relevancia. Han cambiado solo las armas y las tácticas de uso, pero el significado se ha mantenido prácticamente sin cambios.

En pocas palabras, se supone que en caso de un conflicto entre Rusia y la OTAN en Europa, lo más importante para la OTAN sería la rapidez con la que podrían llegar a Europa los refuerzos procedentes de América del Norte (EE.UU. y Canadá). La única manera de trasportar en masa a efectivos y equipos son y seguirán siendo durante muchos años los convoyes navales. Para detener estos convoyes, Rusia necesita poner bajo su control la zona del Atlántico Norte. Y esta misión es viable solo si se lleva a cabo una operación anfibia integral en el norte de Noruega, con la captura de numerosas bases áreas de la OTAN en aquella área, incluyendo la más importante de ellas, la de Keflavik, en Islandia. 

La captura de Keflavik proporcionaría a la Fuerza Aérea rusa control sobre todo el Atlántico hasta las islas Azores, el punto más meridional de las posibles rutas de los convoyes. Por lo tanto, la destrucción de dichos convoyes estaría garantizada. Por otra parte, la ruta del norte también quedaría bloqueada, y un desembarco de tropas aerotransportadas y 'spetsnaz' rusos en el norte de Noruega e Islandia (que se entrenan ahora muy cerca) 'rompería' todo el equilibrio de fuerzas en el teatro de operaciones europeo.

Al mismo tiempo, la Flota del Norte, que incluye submarinos con armas nucleares a bordo, podrían acceder libremente al Atlántico, con lo cual la guerra podría darse por acabada… a no ser que el Ejército polaco y los 12 tanques estadounidenses que acaban de llegar a Letonia protagonizaran un episodio de heroica defensa que no duraría más que un par de horas.
Sin embargo, solo se podría asegurar ese desenlace después de abrir un corredor aéreo sobre el mar Báltico y Escandinavia, es decir, mediante la destrucción de las bases aéreas de la OTAN y los sistemas que las defienden. Y con este fin se han desplegado los misiles Iskander en la región de Kaliningrado y en la frontera con Estonia.

Es por eso que, a pesar de ser temporal (como parte del ejercicio), el despliegue de los Iskander en la provincia de Kaliningrado ha llamado tanto la atención. 

Y, a propósito, estas maniobras tuvieron lugar después de que Rusia abandonara el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), que formalmente podría influir en el cuadro arriba dibujado.

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