La secretaria penal del Juzgado Federal Nº 1, Liliana
Navarro, dijo que el gobernador “trajo de Brasil empresas del narcotráfico” y
que funcionarios y dirigentes del PJ “operan” para desactivar causas de los
narcopolicías. Y un empleado que supuestamente transportaba droga para Liliana
Juncos contó que comió un asado con De la Sota, Juncos y el Chancho Sosa.
La secretaria penal del Juzgado Federal Nº 1, Liliana
Navarro, aseguró que el gobernador José Manuel de la Sota “trajo de Brasil
empresas del narcotráfico que mueven mucha guita”, y adelantó que en el futuro
se verá en Córdoba “una guerra entre narcos”. Asimismo, la funcionaria dijo que
los policías citados por la Justicia en la causa drogas “tienen terror de
hablar”, y “prefieren ir a la cárcel antes que declarar”.
Las expresiones de Navarro integran uno de los capítulos más
fuertes de la investigación del “narcoescándalo” producida por el programa ADN
que conduce Tomás Méndez por Canal 10, que se emitió anoche. Hasta ahora, seis
policías de la Dirección de Drogas Peligrosas de la Provincia están detenidos,
imputados por el fiscal federal Nº 1, Enrique Senestrari, por supuesta
connivencia con narcos. Además, cayó el ministro de Seguridad, Alejo Paredes, y
toda la cúpula de la Policía de Córdoba.
La secretaria penal del Juzgado Federal del juez Ricardo
Bustos Fierro, en una gravación en off, afirmó que el mandatario provincial, a
través de enviados, “opera” a los jueces supuestamente para detener el escándalo.
Mencionó en ese rol al ex fiscal de Estado Domingo Carbonetti y al procurador
del Tesoro, Pablo Reyna. Según dijo la funcionaria que en algún momento fue
candidata a fiscal General, «este tipo (supuestamente por De la Sota) me
ofreció seis cargos”, señaló.
El transportista de la Ruta 38
Un transportista identificado como “Gato”, que trabajó para
la justicialista ex legisladora provincial, ex funcionaria de Derechos Humanos
y ex concejal Liliana Juncos, aseguró que la Ruta Nacional 38 es “zona
liberada” para el narcotráfico y que por esa vía él transportó miles de kilos
de pasta base y de cocaína sin que jamás la Policía lo molestara. El informante
dijo que realizaba viajes a Misiones para Juncos, desde donde traía grandes
cantidades de paquetes con drogas. Según comentó, Juncos le recordó que tenía
que hacer uno de estos viajes (que siempre eran entre la noche y la madrugada),
delante del gobernador De Sota, en una oportunidad donde compartían una fiesta.
“Gato” indicó que siempre iba a los mismos campos, a los que llegaba una
avioneta bimotor y un helicóptero puma que “de gendarmería naval”. Allí recibía
la carga ilegal que él luego traía por la Ruta 38, que atraviesa Córdoba desde
Villa Carlos Paz a Serrezuela, al límite con La Rioja. “Me hacían utilizar la
Ruta 38, porque en esa ruta estaban todos los contactos”, relató. Los viajes se
hacían tres veces por semana, y la “base” quedaba en la casa de Juncos en
barrio Müller, y en unos departamentos de esta frente del Patio Olmos. Había
cajas blancas y marrones: “Las blancas iban a Müller y las marrones a
Renacimiento y Nueva Córdoba”, precisó. El hombre afirmó que llegó a mover 300
cajas con droga, lo que significa, según sus cálculos “unos mil kilos de pasta
base y de cocaína”. Interrogado sobre cuánto cobraba por viaje, afirmó que
“entre mil y 1.500 pesos”, y que además le prometieron “una chapa de taxi y
trabajo en la Municipalidad”. Eran tiempos donde el delasotismo manejaba la
Municipalidad, a través de la intendencia de Germán Kammerath.
Las revelaciones del transportista no terminan ahí. Según
dijo, en una oportunidad comió un asado en la casa de De la Sota, en un
encuentro del que también participaron “Liliana Juncos, el hijo (Elio Juncos),
el hermanastro (por el narco Chancho Sosa), y el Loro (Lezcano)”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario