Saber que ya no estás y, sin embargo, sentirte en todos lados.
Eres el aire a futuro que respiro al amanecer.
Eres las ganas de luchar por esa Patria que nos dibujaste.
… esa Patria en la que creemos.
Eres la sonrisa en medio del canto llanero.
Eres la risa de un niño que habla con la boca llena.
Eres el alma de esa llamarada hecha pueblo.
Porque me dicen que no estás y, sin embargo, yo te veo en todos lados.
Eres cada letra de la palabra frenesí, del amor acalorado, del pueblo que despierta y que siempre despierta…
… que de ahora en adelante nunca dejará de despertar.
Eres el arpa, el horizonte, el caballo blanco que corre libre.
Eres el atardecer enrojecido, la lluvia triste que te despide.
Eres el aguacero que se arma sabiéndonos gotas de nostalgia.
Eres el todo, la victoria, la estrategia, la bondad.
Eres la emancipación, la dignidad en sí misma, el sentido de la lucha...
... las ganas de vivir un hasta siempre.
Eres la historia en su infinita plenitud.
Eres mis brazos que se abren, mis ojos que se cierran, mi alma en vilo.
Eres mis agallas afiladas en posición de defensa patria.
Pero saber que te fuiste y, sin embargo, saborearte en todos lados.
Eres la lechosa impregnada de almíbar.
Ese papelón friíto que siempre nos refresca.
Eres el café en tacita de peltre, humeante con sus flores dibujadas.
Eres ese dulce de leche que nos sabía a gloria en la infancia.
Eres el sabor a todo lo bueno, a una realidad distinta…
… a un mundo posible que lo tildaban de utopía.
Entonces, no te fuiste.
Entonces, no te quedaste dormido.
Entonces, no te llevó la muerte quién sabe a dónde.
Porque te multiplicaste en millones.
Porque te fundiste en todos nosotros.
Porque te refugiaste en cada rincón de nuestros corazones.
Porque te sembraste en nuestras conciencias enarboladas.
Porque te hiciste nosotros…
… y nosotros renacimos en ti, eterno camarada.
Gipsy Gastello
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