sábado, 29 de enero de 2011

Ala de colibrí.Dijo José Martí en su artículo Maestros ambulantes, escrito en 1884 :

José Martí, visto por Roberto Fabelo

“Hay un cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria.
“Es necesario mantener a los hombres en el conocimiento de la tierra y en el de la perdurabilidad y trascendencia de la vida.
“Los hombres han de vivir en el goce pacífico, natural e inevitable de la Libertad, como viven en el goce del aire y de la luz.
“Está condenado a morir un pueblo en que nose desenvuelven por igual la afición a la riqueza y el conocimiento de la dulcedumbre, necesidad y placeres de la vida.
“Los hombres necesitan conocer la composición, fecundación, transformaciones y aplicaciones de los elementos materiales de cuyo laboreo les viene la saludable arrogancia del que trabaja directamente en la naturaleza, el vigor del cuerpo que resulta del contacto con las fuerzas de la tierra, y la fortuna honesta y segura que produce su cultivo.
“Los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho, y las lágrimas en los ojos, y les haga el supremo bien de sentirse generosos: que por maravillosa compensación de la naturaleza aquel que se da, crece; y el que se repliega en sí, y vive de pequeños goces, y teme partirlos con los demás, y sólo piensa avariciosamente en beneficiar sus apetitos, se va trocando de hombre en soledad, y lleva en el pecho todas las canas del invierno, y llega a ser por dentro, y a parecer por fuera, –insecto.”


Es también en Maestros ambulantes donde Martí escribió su celebre frase “Ser culto es el único modo de ser libre”, antecedida de “Ser bueno es el único modo de ser dichoso”. Ambas ideas las supo suscribir con el ejemplo de su vida y su obra que no deben cesar de iluminarnos ante los desafíos actuales que enfrentan Cuba y el mundo.
En 1995, año del centenario de la caída en combate del Apóstol de los cubanos, Silvio Rodríguez le dedicó esta canción que compartimos con los lectores de La pupila insomneeste 28 de enero.


Ala de colibrí

Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
talleres donde reparar alas de colibríes.
Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,
tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.
Hoy voy a patrocinar el candor desahuciado,
esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.
Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,
desaparecidos, deudores del banco mundial.
Por una calle descascarada
por una mano bien apretada.
Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,
de deshechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,
de sombras en pena del reino de lo natural
que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.
Por el levante, por el poniente,
por el deseo, por la simiente.
Por tanta noche, por el sol diario.
En compañía y en solitario.
Ala de colibrí,
liviana y pura.
Ala de colibrí
para la cura.

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