Un
dirigente campesino paraguayo que llevaba años luchando por recuperar
tierras estatales ocupadas por latifundistas fue asesinado a balazos por
presuntos sicarios, según confirmó hoy a Efe el ministro de Interior,
Francisco de Vargas.
El
asesinato llega en un momento en que se han intensificado los
conflictos en el campo entre campesinos y grandes terratenientes en
Paraguay, que es uno de los países con la mayor desigualdad en la
posesión de la tierra del mundo.
Eusebio
Torres de 67 años recibió cinco disparos el miércoles mientras
conversaba con su hija sentado en la puerta de su casa en la colonia
campesina Santa Lucía, distrito de Itakyry, departamento de Alto Paraná,
según el ministro.
Dos
hombres le dispararon en la cabeza y en el pecho desde una motocicleta,
según De Vargas, quien opinó que ese procedimiento "da cuenta de que se
trata de sicarios, no es, digamos, algo improvisado".
Los asesinos se dirigieron a la víctima por su nombre antes de abrir fuego, según relató su esposa a la policía.
El
mismo miércoles el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la
Tierra (Indert) anunció que recuperará por medio de una expropiación las
tierras usurpadas al Estado por grandes terratenientes de la zona.
Esa
ha sido la reclamación durante años de Torres y de los otros habitantes
de la colonia campesina Santa Lucía, que protestan porque enormes
cultivos de soja transgénica han invadido tierras estatales que debían
ser destinadas a la reforma agraria.
Torres,
que llevaba desde 1989 dirigiendo la asociación local de agricultores,
había sufrido varias amenazas de muerte, según dijo hoy a Efe otro líder
comunal de la zona, Cresencio Sosa, quien también fue amenazado "por
teléfono y verbalmente".
"Es un amedrentamiento contra los campesinos y contra la nueva administración para que no reparta la tierra", añadió Sosa.
Según
dijo a Efe el senador del opositor Partido Liberal Luis Alberto Wagner,
los responsables del asesinato son "grupos mafiosos que falsifican
títulos, utilizan a la Fiscalía, la Policía y los jueces".
"Todos
los indicios llevan a que son policías fuera de servicio", manifestó
Wagner, algo que el ministro de Interior dijo desconocer.
"Según el Indert, Torres y otros dos dirigentes recibían amenazas de parte de sojeros", añadió.
Wagner
mostró su preocupación además por el procesamiento de activistas
campesinos en Paraguay, pues "además de sufrir las presiones de los
terratenientes locales se les inventa procesos judiciales".
El
senador destacó que entre 150 y 200 labriegos han sido imputados por la
Fiscalía en los últimos meses por "asociación ilícita o coacción grave"
durante las reiteradas protestas contra terratenientes sojeros.
Los
campesinos reclaman una distribución más equitativa de la tierra y
además alegan que las fumigaciones de los latifundistas perjudican a sus
plantaciones de subsistencia y sus hogares.
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