"Si no le respondemos a Rusia, en el largo plazo será profundamente perjudicial para todos nosotros", afirmó Cameron al momento que no descartó el envío de armas letales.
El primer ministro británico, David Cameron, anunció este martes el envío de tropas militares a Ucrania para “contribuir” en el “entrenamiento” del Ejército de ese país, a su vez que advirtió que Moscú intenta “desestabilizar” a otras naciones si no se le da respuesta.
"En el curso del próximo mes, vamos a enviar a personal británico para brindar asistencia y una serie de elementos de entrenamiento, desde inteligencia táctica a logística, a cuidados médicos", dijo Cameron ante el comité de legisladores en el Parlamento.
Asimismo, “aseguro” y dejó “claro” que los militares de las Fuerzas Armadas británicas estarán emplazados "bastante lejos" de la zona de "conflicto" en Ucrania.
En referencia a si Reino Unido está dispuesto a entregar armamento letal a las fuerzas de Kiev, respondió que esa no es la “opción” que maneja por el momento aunque no ha descartado hacerlo en el futuro.
Cameron aseguró que la posición actual se basa en facilitar "apoyo no letal" a las Fuerzas Armadas de Kiev en su enfrentamiento con los independentistas.
Afirmó que Rusia es “consciente” de que una mayor implicación suya en el conflicto de Ucrania será objeto de nuevas sanciones internacionales, pasando al denominado “nivel tres” de sanciones contra la economía rusa.
Cameron ha hecho hincapié en que el presidente ruso, Vladimir Putin, "sabe completamente" que la OTAN “protegerá” a cualquiera de sus países miembro si sufren un ataque, incluida la posibilidad de un ataque cibernético.
CONTEXTO
La Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN, encabezada por EE.UU. y la Unión Europea (UE) adelanta acciones con miras a cercar a Rusia y a China en un peligroso movimiento geoestratégico que incluye sanciones contra Moscú.
Como se recordará, el 27 de Mayo de 1997 se firmó el Acta Fundacional sobre las Relaciones de Cooperación y Seguridad Mutuas entre la OTAN y la Federación Rusa. El documento refrendaba que los firmantes no se consideraban adversarios, se comprometían con acabar con la confrontación, fortalecer la confianza mutua y trabajar por la paz en el área euroasiática.
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