Funcionarios
de seguridad de Washington advierten de la amenaza que suponen los ciudadanos
estadounidenses que luchan junto a los rebeldes sirios contra Al Assad, que
podrían regresar a EE.UU. "radicalizados, con experiencia y listos para
atacar".
De
acuerdo con las últimas estimaciones de la consultora británica de defensa IHS
Jane's, el número de combatientes estadounidenses que han viajado a Siria para
apoyar a los rebeldes yihadistas se cuentan por docenas, informa el
diario 'The Washington Times'.
Si bien el Departamento de Estado de EE.UU. ha declarado carecer de datos oficiales sobre esta cuestión, los funcionarios de seguridad del país no subestiman los riesgos potenciales que representan los estadounidenses que se unen a las filas rebeldes en Siria.
"Sabemos que ciudadanos estadounidenses, así como de Canadá y Europa, están empuñando armas en Siria, Yemen y Somalia. La amenaza de que estas personas pudieran regresar sus países para llevar a cabo ataques es real y alarmante", dijo el senador Thomas Carper en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE.UU. en noviembre.
Si bien el Departamento de Estado de EE.UU. ha declarado carecer de datos oficiales sobre esta cuestión, los funcionarios de seguridad del país no subestiman los riesgos potenciales que representan los estadounidenses que se unen a las filas rebeldes en Siria.
"Sabemos que ciudadanos estadounidenses, así como de Canadá y Europa, están empuñando armas en Siria, Yemen y Somalia. La amenaza de que estas personas pudieran regresar sus países para llevar a cabo ataques es real y alarmante", dijo el senador Thomas Carper en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE.UU. en noviembre.
La preocupación fue compartida por Matthew G. Olsen, director del Centro Nacional de Contraterrorismo, quien aseguró que "muchos extremistas violentos estadounidenses carecen de entrenamiento operacional avanzado, lo que les obliga a buscar ayuda de extremistas afines en línea o viajar a los campos de batalla yihadistas en el extranjero para recibir experiencia práctica".
Por su parte, el actual director del FBI, James Comey, subrayó asimismo en noviembre su preocupación por que Siria pueda convertirse en una repetición de Afganistán en la década de 1980, después de la invasión soviética, cuando combatientes extranjeros fueron al país asiático para recibir entrenamiento. Es más, las cifras proporcionadas por IHS Jane's sugieren que la situación actual en Siria es en realidad mucho peor que la de hace 30 años en Afganistán.
Según la consultora, un estudio en profundad realizado por el noruego Thomas Hegghammer, publicado en la revista 'International Security' a finales de 2011, estimaba que entre 5.000 y 20.000 combatientes extranjeros habían viajado a Afganistán entre 1980 y 1992. Por lo tanto, "la llegada de entre 5.000 y 10.000 combatientes extranjeros en Siria en tan solo 18 meses es muy significativa", destaca IHS Jane's.
Este año, al menos tres estadounidenses han sido acusados de haber planeado incorporarse a la lucha al lado de Al Qaeda y otros grupos extremistas
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