sábado, 22 de agosto de 2015

Los microchips están implementados en todas las tarjetas de identificación alemanas desde el año 2010 y, aunque el Gobierno alemán reconoce que la medida no gusta, no la anulará. A pesar de que estudios han demostrado la improbabilidad de que el microchip sea utilizado para espiar a individuos, muchos alemanes recelan. Una encuesta de 2014 demuestra que casi el 40% de los alemanes cree que el aumento de la digitalización y del papel de los servicios de la inteligencia estadounidense amenaza su derecho a la intimidad. El ciudadano alemán detenido actualmente tiene que pagar una multa o cumplir una pena de cárcel por modificación ilegal de documentos oficiales, informa el portal digital de 'The Washington Post'. De acuerdo con la legislación alemana, los documentos de identificación personal son de titularidad estatal.

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