El paro nacional agrario y popular en Colombia cumple este lunes su octavo día de protestas y movilizaciones, debido a la falta de respuestas de parte del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y luego de varios frustrados y fallidos acercamientos entre los promotores de la medida y delegados del Ejecutivo nacional.
Aunque comenzó siendo un paro agrario, luego de ocho días de huelga se han sumado los mineros, estudiantes, profesores, camioneros y trabajadores de la salud y la totalidad del gremio campesino, que reclaman demandas salariales y rechazan la violencia que emplea la fuerza pública contra los manifestantes y demás partidarios de la medida de protesta.
Medios colombianos afirman que por primera vez en muchos años han unido voces “actores tan diversos de la sociedad colombiana”, para reclamar una mejoría en las condiciones de vida y trabajo de las clases populares; a pesar de las exigencias tan variadas que presenta cada sector.
Cientos de miles de manifestantes han afirmado que se mantendrán en las calles hasta ver atendidas sus demandas. Asimismo, rechazan el alto costo de los insumos, el aumento de los precios de la gasolina y la destrucción de los mercados de sus productos, un efecto de los 11 tratados de libre comercio firmados por Colombia con potencias como Estados Unidos y la Unión Europea.
La agencia Prensa Latina (PL) reseñó este domingo que en siete días de protesta, se contabilizan más de 220 arrestados, 25 vías con bloqueos intermitentes, otras totalmente cerradas, tres fallecidos, decenas de heridos y constantes denuncias de los manifestantes por las excesivas agresiones de la fuerza pública.
Respecto a ese último aspecto, la fuerza pública tiene, desde el principio, el permiso de actuar con total contundencia y de forma violenta. Por ello, en varios videos difundidos en internet se observa a policías golpeando e intimidando a los manifestantes, incluso con armas de fuego.
En ese sentido, el campesinado denunció este domingo que continúan las detenciones arbitrarias, como la del vocero de Marcha Patriótica y miembro de la Central Unitaria de Trabajadores y la Mesa Nacional de Interlocución y Acuerdo, Huber Ballesteros, quien fue apresado en Bogotá, acusado de “rebelión y terrorismo”.
Luego de su aprehensión, la Marcha Patriótica denunció que es una acción para “desmoralizar y quitarle fuerza al movimiento agrario y popular”, pero que lejos de amainar la protesta, la detención lso mantiene en la lucha por la defensa de la tierra y el territorio.
La protesta sigue sacudiendo a varias regiones como Nariño, Putumayo, Boyacá y Cundinamarca, aunque también han levantado sus voces otros miles de campesinos de Meta, Huila, Cauca, Valle del Cauca y Antioquia.
Por su parte, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exhortó a la calma, ya que después de siete días la protesta ha dejado tres muertos, cientos de heridos y pérdidas estimadas en más de 25 millones de dólares.
teleSUR-PL-Granma-LaFM-ElTiempo/MA
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