lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Esquizofrenia o hipocresía?: Occidente condena a Al-Qaeda en Irak pero la apoya en Siria



Allain Jules.- La esquizofrenia es una enfermedad mental que se desarrolla generalmente al principio de la vida adulta. Se caracteriza por la dificultad para diferenciar entre la realidad y la fantasia, lo que conlleva unos comportamientos y unos discursos estrafalarios, a menudo delirantes. Una ola de atentados con coche bomba contra personas que celebraban el final del ramadán ha dejado 69 víctimas mortales en todo Irak. ¿Qué dice la prensa “mainstream”, la que apoyó la invasión de Irak? Dice que se trata de “un recordatorio sangriento de la incapacidad de las autoridades para detener la violencia que parece escapar a todo control”.
Por un lado, se puede decir que esas autoridades, que han pactado con Occidente para derrocar a Saddam Hussein, condenarlo a muerte, exterminar a sus hijos, menos sus hijas que se han refugiado en Jordania, son víctimas de su propia avidez de poder. En tiempos de Saddam Hussein, no ocurría nada de eso en Irak. Eso es lo que ocurre por querer transponer la democracia a la occidental en ciertos países.
Desgraciadamente son siempre los civiles los que pagan un pesado tributo por la cobardía de estas nuevas autoridades que han permitido el caos en su país, y que deben sentirse responsables de haber validado los planes diabólicos de Occidente contra su propio país.

La ola de atentados simultáneos en Irak ha provocado la condena de los EE.UU, a través el Departamento de Estado, en términos que dejan boquiabiertos, ya que los mismos hechos están ocurriendo en la vecina Siria. Estamos antes una hipocresia sin parangón. El Departamento de Estado norteamericano ha publicado una declaración en la cual indica que la responsabilidad de los atentados que han tenido Bagdad por escenario son obra de Al-Qaeda y de su dirigente iraqúi Abu Bakr al-Baghdadi, que está actualmente en Siria. Los organizadores de las explosiones, según el Departamento de Estado, “son los enemigos del islam”.
Pues bien, estos terroristas de Al-Qaeda que cometen atentados en Irak son los mismos que combaten con extremada violencia al régimen sirio de Baschar al-Assad. Sin embargo, aquellos que condenan esos atentados en Irak nunca han condenado un sólo atentado cometido en Siria. Jamás. Por el contrario, algunas cancillerías occidentales, sin la menor vergüenza, consideran a esos terroristas como “resistentes”. Los EE.UU han ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares a cambio de cualquier información que contribuyera a la captura de Ayman al-Zawahiri, el jefe de la red Al-Qaeda. La rama de Al-Qaeda que masacra al pueblo sirio, en cambio recibe el beneplácito de esos mismos EE.UU.
Al final, nadie sabe realmente lo que quieren los occidentales, con los EE.UU a la cabeza. ¿Cómo se puede condenar la lucha heroica del ejército sirio contra estas hordas de bárbaros cuando esos militares están luchando por nosotros en definitiva?
¿Cómo se puede apoyar a los terroristas en Siria y condenarlos en Irak? La presencia del iraquí Abu Bakr al-Baghdadi en Siria es la prueba de que esta gente son todos unos hipócritas…
¡Y Bashar al-Assad es un verdadero héroe!

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