¡Gloria al bravo pueblo ecuatoriano! ¡Gloria a los dignos
soldados del Ecuador, hijos de Bolívar, Sucre, Manuela y Eloy Alfaro! ¡Y gloria
al valiente Rafael Correa!
¡Salve, oh Patria, mil veces! ¡Oh Patria!
¡Gloria a ti! Ya tu pecho rebosa,
gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir.
Una vez más la
UNASUR ha demostrado que no nació para hacer política
simbólica: supo actuar, en esta difícil coyuntura ecuatoriana, con la misma
voluntad política y la misma determinación que en septiembre de 2008 para
abortar el golpe de Estado que estaba en desarrollo en Bolivia. El hecho de que
todos los presidentes nos reuniéramos en Buenos Aires en horas de la noche del mismo
30 de septiembre, para ofrecerle todo nuestro respaldo al Gobierno de Correa,
es una clara señal, para la derecha, de que el golpismo fascista ya no tiene
vida en la América
del Sur.
Quiero recordar, con el cantor del pueblo venezolano, Alí
Primera, esa tradición traidora de la oligarquía ecuatoriana y latinoamericana
que segara la vida del Abel de Nuestra América:
Pero en Berruecos un día
afinó la puntería
escondida la traición
todavía no te vengamos
pero el pueblo va trochando
en busca de la canción
que se eleve victoriosa
como hermosa mariposa
convertida en tricolor.
Es la canción que se elevó victoriosa este 30 de septiembre
como hermosa mariposa convertida en el tricolor ecuatoriano. Para Rafael Correa
toda nuestra admiración por el coraje principista que demostró exponiendo su
vida. Por mantenerse firme y no ceder ante presiones y chantajes. Por hablar
claramente, luego de ser liberado, cerrándole todos los caminos a la impunidad.
Un solo canto se oyó y se oye, desde Caracas hasta Buenos
Aires:
¡¡Alerta, alerta,
alerta que caminan
Manuela, Sucre y Bolívar
por América Latina!!
II
El que tenga ojos, que vea; el que tenga oídos, que oiga. El
domingo 26 fue una demostración más del carácter democrático, no sólo del
Gobierno que conduzco, sino de nuestra República Bolivariana.
El hecho de que el 66,45% de los electores y las electoras
inscritos en el Registro Electoral expresaran su opinión y voluntad en unas
elecciones parlamentarias -algo inédito en nuestra historia, debo enfatizarlo-,
es una prueba más que contundente de la solidez de nuestro modelo democrático
y, al mismo tiempo, es la mejor refutación a la permanente campaña mediática de
que vivimos en dictadura. A esto se suma el hecho de que nuestro organismo
electoral constituye en sí mismo un poder autónomo e independiente. Con esto
quiero decir que no está subordinado ni depende de otro poder.
Ahora bien, el proceso electoral y sus resultados nos
permitieron despejar, no sólo las dudas y los llamados “escenarios”, sino
también el horizonte político nacional de cara a esta segunda década del siglo
XXI, en cuyo marco se ha comenzado a desarrollar el tercer ciclo de la Revolución Bolivariana
(2009-2019).
En efecto, no se concretaron ni el mejor ni el peor de los
escenarios. La Revolución
colocó la vara bien alta, pero no pudo obtener los dos tercios. Esto tendremos
que evaluarlo con un profundo sentido autocrítico.
Por su parte, la contrarrevolución no pudo -y vaya que lo
trataron y lo pregonaron sus variopintos dirigentes- quitarle al pueblo la
mayoría en la Asamblea. Y
esto, hay que decirlo, les va a costar caro. Sólo que se darán cuenta una vez
les pase la borrachera por su “triunfo”, muy parecida por cierto al aquelarre
que montaron en el salón “Ayacucho” de Miraflores, aquel tristemente célebre 12
de abril de 2002.
Así que, con todo lo que tengamos que revisar, rectificar y
relanzar (las 3R pero ahora al cuadrado), la Revolución Socialista
sigue su marcha. Hemos obtenido una nueva victoria. ¡Y esa victoria se cobrará!
Ni habrá pacto con la burguesía ni habrá desenfreno
revolucionario.
Seguiremos avanzando y construyendo el socialismo, al ritmo
y a la velocidad que impongan las circunstancias, entendidas estas como la síntesis
entre las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas.
Pero quiero que me lean bien todos y todas: ¡Nada ni nadie
detendrá la Revolución
socialista, democrática y bolivariana!
Dentro de nuestro ejercicio crítico y autocrítico hay un
elemento que cobra la mayor importancia: la distancia que se pudo comprobar
entre el impresionante nivel de convocatoria durante toda nuestra campaña
electoral, y la traducción de éste en votos efectivos. Ello exige una mayor
afinación de nuestra estrategia para la trascendente batalla electoral de 2012.
Ahora bien, compatriota que me lees, mirémonos en el espejo
ecuatoriano: la derecha va a usar sus espacios en la Asamblea con el único
objetivo de sabotear y desestabilizar. Ya se ha puesto en evidencia, queriendo
dar la impresión de que es mayoría y proyectándose así mediáticamente. No
vienen los diputados de la contrarrevolución a trabajar por nuevas leyes, menos
aún por Venezuela: “Vamos por Chávez”, han gritado. Su ambición es liquidar
definitivamente a la
Revolución Bolivariana. A la contrarrevolución le hablo;
incluso, si me lo permiten, les aconsejo: no se vayan a equivocar de nuevo,
sobrestimando sus fuerzas y subestimando las nuestras. Les pudiera salir
muchísimo más caro. Mejor aprendan a bailar joropo, al compás del arpa
bolivariana.
Y a los revolucionarios y revolucionarias les hablo:
Se impone el más vigoroso relanzamiento de las tres “R”,
pero al cuadrado: su aplicación a fondo es decisiva para generar las
condiciones que nos permitan obtener una victoria aplastante en las elecciones
presidenciales de 2012, que serán también para gobernadores y alcaldes. ¡La
fórmula de ahora es 3R2! Tendremos que despejarla…
Igualmente debemos propiciar un amplio debate interno de
cara a la que fue nuestra bandera en la campaña electoral: ¡El pueblo pa’ la Asamblea ! Esto tenemos
que traducirlo, con eficacia política y calidad revolucionaria, en nuestra
divisa y en nuestra praxis. Llegó la hora del pueblo legislador en ejercicio.
III
Tal y como lo hice saber vía Twitter este jueves, hemos
acelerado la reubicación de las familias damnificadas, guiados por el supremo
sentimiento del amor y de la solidaridad para quienes están urgidos de socorro
y ayuda. Continúan las lluvias, y los pronósticos no son nada alentadores, por
lo que debemos mantenernos en alerta y ser previsivos procediendo con los
desalojos donde la inminencia del peligro obligue, manteniendo el contacto y la
comunicación directa con nuestras comunidades quienes son las que nos pueden
dar mejores luces al respecto.
IV
Mañana lunes 4 de octubre arranca el nuevo año escolar
2010-2011. Bien lo dijo el Libertador: “Llámese a la escuela sociedad”.
A partir de mañana, con el inicio del año escolar, sigamos
haciendo de toda la Patria
una escuela y pintemos sus aulas de pueblo. Vamos todos y todas: estudiantes,
educadores y educadoras, padres y representantes, trabajadores y trabajadoras,
comunidades. Vamos todos y todas. Cada año escolar, en tiempo de Revolución,
debe entenderse como una batalla por nuestra definitiva Independencia.
Digamos con Bolívar, estudiantes y educadores, padres y
madres, todas y todos:
“Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el
mismo paso con que camina la educación. Ellas vuelan, si ésta vuela;
retrogradan, si retrograda. Se precipitan y hunden en la oscuridad, si se
corrompe o absolutamente se abandona”.
¡Patria socialista o muerte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario