miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Cuanta gente irá a su funeral a despedirlos?



http://www.paparruchada.com.-Consignas vacías, mentiras, falta de proyecto y coherencia política, intencionada mala fe, apasionadas traiciones, desprecio por lo popular; pero especial y esencialmente, los intereses personales puestos por sobre los colectivos. 
Individuos cuya mayor característica es "no ser", antes que "ser", y que ostentan como mayor hit el "no positivo". Son la construcción desde la nada, esa que trasciende las banderías políticas.
"Patriotas" a los que les importa más su propio negocio que nuestro bienestar, para el cual especialmente los políticos deberían trabajar .
Gente movilizada exclusivamente por sus aspiraciones personales, capaz de aliarse con cualquiera (hasta con ese en el que estás pensando) para asestarle un golpe más al enemigo. Personas que se reúnen no para tratar de construir un proyecto de país acorde a sus ideas, sino para intentar destruir a un gobierno elegido por el voto popular, demostrando sus limitaciones intelectuales y su impericia política.
No buscan consensos, ni sumar adherentes a su proyecto político, sino solamente obtener un poco más de poder a través de intervenciones mediáticas digitadas por expertos en marketing, a los cuales les han cedido su discurso, y para lo cual deben necesariamente defender intereses de empresas privadas que perjudican al país con sus oscuros negociados.
Ideales al mejor postor, la pérdida de la revalidación de sus principios en búsqueda de incrementar (considerablemente) sus cuentas bancarias.
Personas que buscan poder sin una base social, ese poder que se impone por fuerza propia desde arriba con falacias y mentiras, apelando al miedo, que le da la espalda al pueblo, que se ha vuelto contra el pueblo anteriormente y volverá a hacerlo en cuanto tenga oportunidad.
Incansables luchadores en su afán por posicionarse como candidatos a fuerza de no hacer nada, o hacer lo contrario al gobierno, pero llamados a silencio a la hora de "jugársela".
Todos representan un país para pocos, porque naturalmente representan a unos pocos. Sin embargo, la voluntad de obtener poder los hace unirse para derrotar al enemigo común, que sigue vivo. Ese enemigo es, en última instancia, el pueblo.
¿Cuanta gente irá a su funeral a despedirlos?.

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