Centenares de estudiantes de una escuela de la Florida se echaron a la
calle para protestar por la muerte del adolescente negro Trayvon Martin,
asesinado el pasado 26 de febrero por un vigilante voluntario en una
urbanización privada, y para quien la familia del muchacho exige
enjuiciamiento.
Poco después se conoció que Bill Lee, jefe de Policía de la
localidad de Sanford, donde se cometió el crimen, anunció que se retirará de la
investigación de la muerte del joven, y declaró a la prensa «Mi implicación en
este proceso está eclipsando el curso de la investigación. Por ello, creo que
debo retirarme temporalmente».
Trayvon Martin fue disparado cuando se dirigía a casa de su
padre en una urbanización privada de la localidad de Sanford, en las afueras de
Orlando (Florida), tras haber salido a comprar té frío y caramelos a una tienda
cercana, artículos que llevaba en sus manos cuando George Zimmerman le disparó.
En la conversación con la policía, Zimmerman informó de que
un «negro caminaba con algo en las manos y actuaba de manera sospechosa». Pese
a que el operador le dijo que se retirara, el vigilante se encaró con Martin y,
tras un enfrentamiento, le disparó un tiro en el pecho que le causó la muerte.
Zimmerman ni siquiera fue arrestado porque se acogió a la
polémica ley de defensa propia promulgada en 2005 en Florida, denominada «Stand
Your Ground Law», que permite recurrir a «medidas de fuerza letales» para
defenderse ante una amenaza.
El caso ha tomado un tinte racial y ha generado la
indignación de la comunidad negra estadounidense, que el martes protestó frente
a la oficina de la Fiscalía
de Sanford para exigir la detención del vigilante.
El miércoles por la noche más de un centenar de personas se
concentró también en Liberty City (a las afueras de Miami), donde residía
Martin, portando latas de té frío y bolsas de caramelos como las que llevaba el
joven cuando murió, y reclamaron el arresto de Zimmerman agitando pancartas en
las que se leía: «Trayvon hoy, ¿quién mañana?» o «Justicia para Trayvon».
Los padres del adolescente, Tracy Martin y Sybrina Fulton,
han impulsado una petición de firmas a través de Change.org que registraba un
ritmo de unas mil firmas por minuto y han recogido ya mas de un millón de
rúbricas para que se enjuicie al guardia que le disparó a Travoy.
Por el momento, la Comisión del Ayuntamiento de Sanford, al norte de
Orlando, votó una moción de censura contra el jefe de la policía, Bill Lee Jr.;
sin embargo, la medida no es obligatoria y la comisión no tiene autoridad para
despedirlo.
Mientras, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y un
gran jurado de Seminole, Florida, han anunciado que investigarán, por separado,
la muerte del adolescente, al tiempo que el administrador de Sanford, Norton
Bonaparte, ha convocado una conferencia de prensa para ofrecer más
explicaciones sobre el proceder de las autoridades.
El caso está recibiendo cobertura en Estados Unidos y se han
realizado protestas en varios lugares, entre ellas la llevada a cabo en la
noche del miércoles por los indignados que han vuelto a ocupar la plaza Union
Square de Nueva York, y a la que asistieron los padres de Trayvon Martin.
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