Zapatero llegó a La Moncloa retirando las tropas de Irak y se despide ampliando el despliegue militar estadounidense en España. Rota acogerá la mayor base naval del escudo antimisiles de la OTAN tras un pacto militar que se ha negociado en secreto con el consentimiento de Mariano Rajoy, el heredero. El presidente saliente, el pacifista pragmático, argumenta que “creará 1.000 puestos de trabajo”. Está por ver; la información aún no está detallada. Pero Zapatero debería recordar que en el referéndum de la OTAN, en el que se ratificó la permanencia española en la alianza, también se aprobó “la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España” y que nuestro país no se incorporaría a “la estructura militar integrada”. Hoy aquel referéndum es papel mojado y su abolición no merece siquiera un debate en el Congreso de los Diputados: Zapatero lo ha despachado con una declaración en la sede de la OTAN sin aceptar preguntas de la prensa. De respetar lo votado, o de volver a votar, mejor ni hablamos.
Para mayor sarcasmo, el pacto militar se anuncia el mismo día en el que la Audiencia Nacional vuelve a procesar a tres soldados estadounidenses por el asesinato de José Couso. Más papel mojado: EEUU no piensa consentir que tres de sus militares sean juzgados. Basta con repasar lo que los cables de Wikileaks nos contaron del caso Couso para conocer el respeto que tiene la primera potencia por los incómodos tribunales de sus pequeños aliados. Aquellos cables también dejaron claro que el mismo PSOE que hizo del asesinato de Couso argumento electoral en 2004 jugó después a enterrar el incómodo asunto en cuanto estuvo en sus manos. “Zapatero, no nos falles”, le debieron de decir en el Pentágono.
http://www.escolar.net/mt/archives/2011/10/de-la-alianza-de-las-civilizaciones-al-escudo-antimisiles.html
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