
Imponer una zona de exclusión aérea en Siria sería una
misión difícil para las fuerzas extranjeras y requeriría grandes recursos
porque el presidente Bashar Al Assad tiene un buen armamento ruso y un
innovador sistema de defensa antimisiles, advirtió el jefe del Comando Central,
general James Mattis, al Comité de Defensa del Senado estadounidense.
La cooperación ruso-siria demuestra que Moscú no quiere
apoyar el derrocamiento de los líderes de países soberanos. En caso de un
conflicto entre el gobierno sirio y sus detractores, Moscú estaría preocupado
por la posible llegada al poder de “fuerzas desconocidas” ante la caída del
presidente Bashar al Assad, opina James Sherr, analista del Instituto Real de
Asuntos Internacionales Chatham House.
Sin embargo, Irán sostiene que algunos países como EE.UU. e
Israel también suministran armas pero ilegalmente a los opositores sirios.
Además, el portal WikiLeaks informa que las tropas de la OTAN ya podrían estar allí
entrenando a las fuerzas armadas rebeldes.
Rusia se niega a apoyar la nueva resolución de la ONU sobre Siria por estar en
contra de la injerencia en los asuntos internos de un país independiente y
querer evitar la repetición del ‘guión libio’. Esta actitud es respaldada
también por el todavía primer ministro ruso Vladímir Putin, presidente electo.
Por otro lado, no solo las armas rusas llegan a Siria. Moscú
ha donado casi un millón de dólares para apoyar las actividades de la Cruz Roja en ese país,
además
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