Mientras Siria sigue desgarrándose en un conflicto que este
jueves cumplió un año desde su inicio y se ha cobrado miles de víctimas, la
guerra mediática avanza a toda marcha. Además de publicar la presunta
correspondencia del presidente, Bashar al Assad, varias compañías de televisión
extranjeras describen una situación en el país árabe que no se corresponde con
la realidad, sino con sus propios intereses.
El periodista investigador Rafik Lotf opinó que los
activistas que se convierten en periodistas manipulan la información para hacer
sus 'shows' más impresionantes. "Más sangre y más muertos suben sus
precios", le dijo a RT.
Entre las pruebas que él mismo encontró, hay muchas que
demuestran que Al Jazeera está involucrado en la producción de videos ficticios
que buscan desacreditar al régimen sirio. El periodista pone como ejemplo un
video, donde la cámara se centra en una refinería de petróleo, para mostrar una
urbe supuestamente bombardeada por el ejército de Al Assad.
"Se ve claramente que no es una explosión, pero Al
Jazeera lo ignora y sigue pasándola como si lo fuera", afirma Rafik Loft y
explica que en otra grabación de la misma escena se puede ver que algo se quema
lentamente a la distancia, antes del presunto ataque. Pero cuando el humo se
hace más denso, el camarógrafo corrige la posición de la cámara, para presentar
la toma como si fuera resultado de un ataque del Ejército sirio.
Niños, un arma convincente
Los periodistas que investigan estas manipulaciones
mediáticas concluyen que los que fabrican informaciones persiguiendo están
dispuestos incluso a enredar a los niños en sus esquemas.
"Cuando estés al aire, tienes que decir: 'Bashar, Dios
te castigará' y luego repetir lo mismo sobre su esposa, de acuerdo?", le
ordena un de la oposición siria a su pequeña hija antes de grabar un video.
Pero cuando la pequeña apareció al aire en Al Jazeera,
confundió algún detalle: "¡Dios te castigará Bashar… y a tus…
niños!".
Ante tal cobertura mediática muchos miembros renuncian. Así,
el ex director de la oficina de Al Jazeera en Beirut, Ghassan Bin Jeddo,
explicó que dejó el trabajo porque "empezamos a invitar a las personas de
EE. UU. que criticaban al régimen en Siria y apoyaron al régimen en Bahréin y
también invitados que decían que una intervención de la OTAN es necesaria".
Y la lista de ejemplos semejantes parece ser interminable.
Sobre todo teniendo en cuenta que cada día en este peculiar arsenal mediático
aparecen nuevas armas. Una guerra en toda regla, cuyas operaciones se preparan
minuciosamente detrás de las cámaras.
Y el analista político Emilio Viano opina que la oposición
siria está interesada en que los medios occidentales creen una buena imagen y
formen una percepción subjetiva de la crisis que vive el país árabe.
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