Un distrito escolar de Texas (EE. UU.) propone usar
microchips que vigilarán a los alumnos dentro del campus, supuestamente para
mejorar la seguridad de los estudiantes y, al mismo tiempo, controlar su
asistencia a clase.
Los microchips también
permitirán a los profesores saber quién está en el cuarto de baño y por
cuánto tiempo, así como monitorear los hábitos de los grupos de estudiantes. No
obstante, quienes critican la iniciativa aseguran que podría resultar peligrosa
si, por ejemplo, datos sensibles cayeran en manos equivocadas.
Peor el remedio que la enfermedad
Programas similares que ya se han probado en otros colegios
en los últimos años despertaron la indignación de la Unión Estadounidense
por las Libertades Civiles (ACLU, según sus siglas en inglés), que logró frenar
en seco la iniciativa en varios centros.
"Estamos instando a la junta escolar a que reconozcan
la preocupación por las libertades civiles esenciales y los riesgos de
seguridad que implica la tecnología RFID", escribió Nicole Ozer de la ACLU en un comunicado de
2005.
"Las credenciales con el sistema RFID ponen en peligro
la seguridad y la protección de los niños, ya que puede comunicar la identificación
de escolares a cualquier persona con un lector de chips y someterlos así a
seguimiento", agregó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario