La cantidad de fallecidos en el sur
de Filipinas tras el paso de la tormenta Washi aumentó de 400 a 652, así lo reflejó el
último balance suministrado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC),
organismo que, junto con las autoridades del país, está abocado a la búsqueda
de 808 personas desaparecidas.
Las ciudades portuarias de Cagayan
de Oro e Iligan, en la isla de Mindanao, fueron las más devastadas por este
fenómeno climático, informó el CICR.
"Las regiones afectadas son
tan extensas que las búsquedas no pudieron cubrir toda la zona. Muchas casas
fueron arrastradas por las aguas, lo que significa que los cuerpos (de los
habitantes) también fueron desplazados", declaró el domingo a agencias
internacionales, Gwen Pang, secretaria general de esta organización caritativa.
El filipino Bryan Cabillo declaró a
los medios locales que su esposa y tres hijos fueron arrastrados por la
corriente cuando destruyó su casa situada en una barriada de Cagayan de Oro.
Las autoridades prevén que el
número de víctimas mortales aumentará a medida que progresen las operaciones de
búsqueda y rescate en la región septentrional de la isla de Mindanao.
Las víctimas fallecieron ahogadas,
salvo cinco mineros de Compostela Valley que perdieron la vida en avalanchas de
tierra.
"Las inundaciones son enormes
(...) las tormentas golpean ocasionalmente esta región y probablemente la
población se descuidó", dijo el director del Consejo Nacional de
Prevención y Respuesta de Desastres, Benito Ramos.
Compostela Valley se encuentra en
el noreste de Mindanao y tiene una población de unas 640 mil personas, mientras
que Zamboanga del Norte se halla en el noroeste y acoge a más de 900 mil.
Cerca de dos mil personas atrapadas
por las inundaciones fueron rescatadas por los equipos de socorro militar en
camiones, barcos o helicópteros, informó el coronel Leopoldo Galon.
Las lluvias torrenciales que
cayeron en las últimas 24 horas desbordaron los ríos y provocaron inundaciones.
"Washi", con vientos de 75 kilómetros por
hora y copiosas lluvias, atravesará Palawan, en el oeste de Filipinas, y se
adentrará en el Mar de China Meridional el domingo, si mantiene su curso
actual.
Más de un centenar de personas
murió en Filipinas en los meses de septiembre y octubre de este año por el paso
consecutivo de los tifones "Nesat" y "Nelgae" en la región
septentrional del país.
La incontrolada deforestación
también favorece las riadas y avalanchas de tierra que son frecuentes durante
la estación lluviosa, que por lo general comienza en mayo y concluye en
noviembre.
teleSUR - Afp / LD
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