Saleh Al-Naami.- La carita de Ramadan, de 10 años, dejaba traslucir un gran contento cuando en la noche del jueves dio a su madre el beso de las buenas noches. Su padre, Bahgat al-Zaalan, de 37 años, había prometido llevarle el viernes por la mañana al parque de atracciones con todos sus hermanos y su madre, para después ir a almorzar en un restaurante de Ciudad de Gaza.
Cuando Ramadan y el resto de su familia se encontraban durmiendo en su hogar, que está situado al oeste del distrito Al-Nashr, en el norte de Gaza, sufrieron el impacto de un ataque de misiles que destruyó la casa, mató a Bahgat e hirió a Ramadan. Su madre y sus tres hermanos resultaron también heridos, uno de ellos muy grave, y los abuelos, que habitaban en la casa de al lado, sufrieron asimismo heridas.
Cuando la familia de Ramadan dormía soñando con el excitante día que iniciarían por la mañana, tres helicópteros Apache israelíes, made in USA, dispararon varios misiles contra una instalación militar de Hamas cercana al hogar de los Al-Zaalan. Tres misiles impactaron contra la casa, destruyéndola hasta los cimientos y causando gran destrucción en la casa vecina. Las fuerzas de seguridad palestina insisten en que el ejército israelí atacó la casa deliberadamente, porque hay muchas ocasiones en que los aviones israelíes son perfectamente capaces de seleccionar y atacar coches pequeños en medio de calles atestadas sin dañar a otros vehículos.
Atacar hogares palestinos con gente en su interior fue una de las tácticas brutales que Israel utilizó durante su guerra contra Gaza de finales de 2008. El ataque de la pasada semana trajo los amargos recuerdos de aquellas semanas. Esos sentimientos se reforzaron por el hecho de que Israel ha recuperado su política de atacar los hogares el domingo por la noche. Una muchacha resultó gravemente herida junto a su padre cuando el ejército ocupante lanzó un misil contra una casa situada en la barriada de Al-Saitun. El ataque podría haber tenido peores consecuencia si no hubiera sido porque la familia se encontraba a última hora de la noche en el jardín situado fuera de la casa y no dentro de la vivienda.
Fuentes importantes de la seguridad palestina dijeron a Al-Ahram Weekly que con esos ataques el ejército israelí está tratando de provocar una confrontación con la resistencia palestina, especialmente con Hamas, para conseguir una serie de objetivos muy concretos. Dichas fuentes añadieron que acosar a los hogares forma parte de la estrategia de los ataques del ejército ocupante contra los dirigentes militares de los grupos de la resistencia palestina. En la tarde del 8 de diciembre, Israel asesinó a Isam Al-Batsh, de 43 años, líder de una de las alas militares de Fatah, y a su sobrino Sobhi, de 20 años, un activista de la rama militar de Hamas.
Estos asesinatos estuvieron precedidos de una clara escalada provocada por los generales israelíes en su intento de lanzar un nuevo ataque del ejército contra Gaza de alguna forma similar al de la pasada guerra de 2008. Un grupo de generales israelíes que habían estado con anterioridad a cargo del Mando Sur del ejército israelí sostuvieron que solo es cuestión de tiempo que se lance una campaña masiva militar contra la Franja de Gaza. Estas revelaciones coincidieron con las informaciones ofrecidas en los medios israelíes de que en el Negev, en la región de Tsaelim, el ejército israelí ha iniciado maniobras militares a gran escala a fin de prepararse para una campaña militar contra Gaza. Esa es el área principal de entrenamiento del ejército de ocupación.
El general Yaov Galant, ex comandante del Mando del Sur, su predecesor, el general Dan Harel, y el general Shamuel Tamir, ex comandante de las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza, manifestaron estar de acuerdo en que es necesario lanzar ya un ataque militar contra Gaza, porque si el statu quo sigue como hasta ahora podría significar tener que rendirse ante el hecho de que Gaza constituye para Israel una amenaza de deterioro de sus condiciones de seguridad. Aunque parece que las perspectivas formuladas por los tres generales no incluyen ningún incentivo para que los dirigentes de la seguridad y de los poderes políticos de Israel lancen un ataque militar contra la Franja.
La razón principal por la que Israel quiere atacar rápidamente Gaza es a causa de las transformaciones que están produciéndose en el mundo árabe, especialmente en Egipto. El debate existente en Israel indica que el principal supuesto en el que coinciden sus dirigentes es en que los resultados de la primera ronda de las elecciones parlamentarias en Egipto son muy alarmantes, porque muestran que los Hermanos Musulmanes van a jugar un papel fundamental a la hora de moldear las políticas egipcias en la siguiente etapa.
Ron Ben-Yishai, un importante comentarista israelí, sostiene que quienes toman las decisiones en Tel Aviv saben que Hamas es una extensión de los Hermanos Musulmanes y son por tanto conscientes de que la capacidad de Israel para golpear a Hamas será limitada una vez que se asiente la situación en Egipto. Tienen asumido que Egipto, con los Hermanos Musulmanes al frente, no tolerará ningún ataque israelí contra la Franja de Gaza, lo que hace que los gobernantes de Israel quieran tomar la iniciativa y atacar rápidamente a Hamas.
Hay otra razón por la que Tel Aviv quiere acelerar el ataque a Gaza y es porque hay crecientes posibilidades de que el presidente de EEUU Barack Obama consiga un segundo mandato. Ari Shavit, un importante analista israelí, afirma que quienes toman las decisiones en Israel están anticipando que Obama adoptará una posición más dura hacia el gobierno de Netanyahu por haberle avergonzado a propósito y por manipular descaradamente las discrepancias de la política interna de EEUU. También porque no ignora que la conducta del gobierno de Netanyahu ha dañado bastante los intereses estadounidenses en la región.
Shavit añadió que Netanyahu sabe que seguirá siendo el niño mimado de Obama hasta que en noviembre de 2012 se celebren las elecciones presidenciales porque necesita los votos judíos y sus fondos para la campaña. Pero todo cambiará si Obama resulta elegido para un segundo mandato, porque entonces podrá liberarse de las restricciones impuestas por la reelección. De ahí que el gobierno de Netanyahu sepa que debe poner en marcha rápidamente cualquier misión que requiera de un fuerte apoyo de EEUU antes de las elecciones con el fin de asegurarse el respaldo de Obama, incluido un ataque a Gaza. Algunos círculos israelíes creen que si finalmente se toma la decisión de lanzar un ataque militar contra Gaza o contra Hizbollah o Irán, tendrá que ser antes del próximo noviembre.
El coronel retirado Gabi Siboni, director del Programa Militar y de Asuntos Estratégicos en el Instituto para Estudios de la Seguridad Nacional en Israel, cree que las condiciones regionales e internacionales no permiten soluciones radicales tales como ataques de misiles o destrucción de la infraestructura y de los recursos humanos responsables de las operaciones de resistencia en la Franja de Gaza.
Además, la acción política está interrumpida y no puede traducirse en acuerdos que produzcan resultados en dos objetivos clave, que son: el primero, restaurar la capacidad disuasoria de Israel tras la erosión experimentada al final de la guerra lanzada contra Gaza en 2008. Conseguir este objetivo requiere desplegar un ataque militar tan abrumador contra “enemigo” que este necesite de mucho tiempo para recuperarse.
Siboni afirmó que el segundo objetivo es limitar la duración de la campaña militar, para frenar sobre todo los daños que Israel sufriría a determinados niveles. Esto requeriría un largo y dificultoso entrenamiento para eliminar las capacidades de los grupos palestinos de lanzar cohetes, controlando las zonas desde donde se lanzan esos cohetes.
Para limitar en Israel los daños resultantes de una campaña militar, Siboni sugirió fortalecer el frente cívico-israelí ante dichos ataques de cohetes construyendo escudos electrónicos alrededor de los asentamientos que se espera sean los objetivos principales de esos ataques.
Los dirigentes israelíes son conscientes de que para conseguir esos objetivos necesitan actuar sobre áreas residenciales, ya que la Franja de Gaza tiene la mayor densidad de población del mundo. Esto significa causar daños inmensos a los civiles palestinos. Pero Tel Aviv sabe que, desde la última guerra contra Gaza, su posición internacional está a un nivel muy bajo y políticamente dañada como consecuencia de la firme respuesta, más que nada por parte de la opinión pública internacional, ante la masacre perpetrada por Israel.
Otro asunto que complica la existencia a Israel es que tras las revoluciones democráticas, la opinión pública árabe muestra un gran interés por cómo actúa Israel y presionará a sus gobernantes para que intervengan en su contra. Por tanto, obviamente, no matar a demasiados civiles en sus próximos ataques va en interés mismo de Israel. Algunas fuentes militares israelíes están incluso sugiriendo que debería evacuarse a los civiles palestinos en todas áreas a atacar para reducir los daños y así lograr que la campaña militar pueda iniciarse con la mínima oposición regional e internacional.
Saleh Al-Naami es periodista, vive en Gaza, es experto en los asuntos sobre Palestina e Israel y corresponsal del periódico panárabe Al-Sharq Al-Awsat, que se elabora en Londres.
Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/
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