Los países en vías de desarrollo congregados en el G77+China plantearon la discusión más profunda del tema de los medios de implementación del desarrollo sostenible (transferencia de financiamiento y tecnología a los países en vías de desarrollo), que desde la visión y planteamiento de algunos países desarrollados implicaría desentenderse de responsabilidades que hoy son, incluso, obligatorias.
El G77+China, al que pertenece Bolivia y que reúne a más de 130 países en vías de desarrollo del mundo más el gigante asiático, frenó este jueves 14 de junio el funcionamiento del grupo de “economía verde” y condicionó la continuidad de las negociaciones a que se discutan los medios de implementación del desarrollo sostenible, según informó desde Rio de Janeiro, Brasil, el Jefe de Delegación boliviano para la Cumbre de Rio+20, René Orellana.
“Algunos países desarrollados están queriendo crear un sistema de monitoreo para que transitemos hacia una ‘economía verde’, que, en la visión de ellos, implica una agenda de objetivos del desarrollo vinculados a la privatización de la ayuda oficial al desarrollo; Lo que se está proponiendo es el desmantelamiento de la ayuda oficial al desarrollo”, sostuvo Orellana.
De ahí que Bolivia, junto a otros países del G77+China, como India, planteó “la necesidad de tener una acción política mucho más consistente ante un escenario como este. De hacer escuchar la voz del G77+China y de enviar una señal clara de que si no abordamos juntos los medios de implementación del desarrollo sostenible y no hay una flexibilización de la propuesta de los países desarrollados, no vamos a avanzar en la negociación de otros textos”, indicó.
“En lugar de estar avanzando, de eta manera estamos retrocediendo 40 años”, enfatizó.
Propuestas de los desarrollados
El delegado boliviano para la oficialmente denominada Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, que se celebrará del 20 al 22 de junio de 2012 en Rio de Janeiro, Brasil, dijo que una de las principales preocupaciones del G77+China apunta al tema de los medios de implementación del desarrollo sostenible, que “hasta el momento contiene un texto contrario a los derechos y las expectativas de los países en vías de desarrollo”.
“¿Por qué?”, se cuestionó, “porque algunos países desarrollados han planteado que en lugar de contar con el apoyo de los países desarrollados hacia los países en desarrollo para el desarrollo sostenible, éste se sustituya por la inversión privada y alianzas entre actores públicos y privados en lugar de la ayuda oficial al desarrollo”.
Además, agregó, plantearon también que los recursos financieros para el desarrollo serían voluntarios y no serían obligatorios. “Se están perdiendo los principios establecidos por la Cumbre de Rio de 1992 y que se pueden resumir, algunos de ellos, en el derecho al desarrollo y la soberanía sobre los recursos naturales, así como el compromiso de los países desarrollados para promover el 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) para la financiación del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza”.
Esos países desarrollados propusieron también que la transferencia de tecnología a los países en desarrollo no sea obligatoria sino voluntaria; que se generen alianzas, acuerdos financieros entre privados y públicos en lugar de públicos con públicos, insinuando que la transferencia de tecnología s daría en el marco de la venta en mercado de tecnología.
De Norte-Sur a Sur-Sur
Asimismo, dijo Orellana, plantearon sustituir la cooperación Norte-Sur por una cooperación Sur-Sur; y que se cree un Fondo global para el tema de tecnología y que los aportes a este fondo sean voluntarios y no obligatorios, y que los aportes serían de todos los países y no de los países desarrollados, prioritariamente.
También que para financiar la erradicación de la pobreza e incluso para financiar la “economía verde”, los países en vías de desarrollo movilicen recursos domésticos a través de reformas fiscales, de reformas tributarias, del cobro eficiente de impuestos, de la caridad internacional, de aportes de fundaciones y de fuentes privadas.
“Lo que se debe garantizar es que, en el marco del desarrollo sostenible –no estamos hablando de la economía verde–, para que los países en desarrollo puedan efectivamente afrontar los problemas de erradicación de la pobreza, deben contar con tecnología y financiamiento, así como con desarrollo de capacidades. Esto implica que los países desarrollados transfieran tecnología y financiamiento”, indicó.
Desentendiéndose
Extrañamente, explicó el Jefe de Delegación boliviano, nos están empujando a tener una serie de compromisos relacionados con una economía verde vinculante y ellos están empujando a que sus compromisos de ayuda para el desarrollo sean voluntarios y no vinculantes. Están transfiriendo sus obligaciones y se están liberando de las mismas.
“Incluso algunos países desarrollados han observado el compromiso de aporte del 0,7 por ciento del PIB de los países desarrollados hacia los países en vías de desarrollo, y han expresado que esto debe ser eliminado”, dijo con preocupación el funcionario.
Desenlace
La ausencia del G77+China en el grupo de trabajo de “economía verde” conmocionó el proceso de negociación y generó reuniones de los coordinadores de Rio+20 con el G77+China, con el ALBA y con Bolivia, entre otros, para discutir propuestas que permitan debatir los medios de implementación del desarrollo sostenible, en el marco de compromisos claros.
Para este fin de conformó una comisión en el G77+China para generar una propuesta que operativice el funcionamiento de un mecanismo institucional y financiero. Esta comisión trabajó el jueves hasta altas horas de la noche.
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