viernes, 2 de diciembre de 2011

La CELAC o la pasión en la política Primer día: dos mujeres y un hombre



Carlos Martínez.-La CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), su primera cumbre, y constitutiva, comienza mañana, pero hoy las reuniones de Cristina Fernández con Chávez y Dilma  Russef con Chávez han adelantado la cumbre. Este humilde autor viviendo en directo estas reuniones se ha emocionado. Primero aquí la política es pasión, convicción y sobre todo valor y valores.

Con la CELAC los Estados latinoamericanos han dejado fuera a EE.UU y Canadá, han conseguido que hasta Chile esté aquí y seguramente su Presidente, no lo hace por afinidad ideológica, pero sabe en el fondo de su corazón que aquí se fragua algo y los EE.UU no le podrán aportar más.
Chávez ha sido clave, pero… atenta PRISA, esta idea partió de Lula, el gran amigo de Chávez, amistad que se ha profundizado con su mal común, el cáncer. Cáncer que también superó Dilma. Ahora en América Latina hay un grupo de amigos, elegidos e impulsados por sus pueblos, forjados en la clandestinidad, la guerrilla, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES, que ahora gobiernan y lo hacen con tanta fuerza, que ni los gobiernos de derechas lo pueden negar o se pueden oponer a estar aquí, en Caracas -Venezuela-.


Es cierto que hay distintos procesos, velocidades e ideas inspiradoras, pero también una convicción y esta tarde tanto Cristina, como Dilma, como Chávez, lo han dicho, lo que están haciendo Europa y los EE.UU es un tremendo error. La destrucción de empleo que Europa está generando adrede para pagar su deuda -la misma que Ecuador no pagó-, es algo incomprensible.

Los tres lo han dicho, crecer sin acabar con la pobreza y hacer que los pueblos sean participes del crecimiento, no es su idea, es un error.

Chávez afirma que Latinoamérica es el continente de la Utopía y aquí se está haciendo realidad la utopía. Al menos Latinoamérica haciendo lo contrario que Europa y los EE.UU crece y, sobre todo, saca a muchas personas de la pobreza, mientras que Europa empobrece a sus clases populares.

Cierto que en Latinoamérica hay gobiernos de derechas y corruptos. Cierto que el impulso de los socialistas, progresistas y popular-nacionalistas está logrando que la integración regional tenga carácter político, no solo comercial y económico y sobre todo que, dirigida por los Estados y no por los mercados, a pesar de sus fallas muestra un panorama diferente.

Dice Chávez, que Europa debe tomar ejemplo de América Latina. Lo cierto es que  también Dilma y Cristina piensan lo mismo.

Desde el socialismo entiendo que aquí se trata de construir un modelo independiente. Buscando la justicia y el reparto, la reforma social profunda y el desarrollo endógeno en América Latina, pues no están dispuestos a ser “mercados apetecibles” -Dilma Russef dixit- sino a ser parte de un destino común y un comercio justo común. No se está en una fase de radicalidad, se está en una fase de construcción democrática de los pueblos, de Estados más sociales y avanzados y de repartir, reformar, construir.

Cierto, no es una alternativa radical, es solo el comienzo. Pero mientras Europa se reúne para ver cómo para los pies a Irán, en plan agresivo y como perritos falderos del caduco Imperio yanki, Latinoamérica se reúne para hacer de su continente un espacio de paz.

La OEA puede temblar, los EE.UU también. La siguiente cumbre será en Chile y la de 2013 en Cuba, a eso se llama hilar fino.

Desde la CELAC en Caracas Carlos Martinez, politólogo analista politico de CEPS y miembro de las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción.

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