
Un total de 12 personas han muerto por un brote de rabia
transmitido por murciélagos en una apartada localidad indígena de Morona de
Santiago, al sureste de Ecuador y fronteriza con Perú, según confirmó el
alcalde de Taisha, Celestino Wisum.
El alto funcionario del poblado ubicado en la provincia
amazónica agregó que una joven embarazada de siete meses sería la última
víctima por rabia.
Un reporte dado a conocer la semana pasada por el ministro
de Salud, David Chiriboga, había dado cuenta de ocho niños muertos.
El alcalde cuestionó la estrategia del Gobierno para
controlar la emergencia, la cual incluye un plan de vacunación y la matanza de
los murciélagos infectados con la rabia humana.
Wisum y el Ministro se reunieron este miércoles en Quito
para adoptar nuevas estrategias.
El brote afecta a tres comunidades de Taisha, habitadas en
forma dispersa por unas 540 personas y a las que sólo se puede acceder por vía
aérea, según Chiriboga.
El ministro sostuvo que es una enfermedad "muy
grave", difícil de diagnosticar y cuyo único tratamiento es la vacunación,
aunque "una vez que los síntomas se han instaurado se torna mortal".
Asimismo, aseguró que el programa de inmunización enfrenta
la resistencia de algunos indígenas que consideran que la epidemia tiene un
origen sobrenatural, por lo que acuden primero a chamanes (curanderos).
Debido a ello, el presidente Rafael Correa instó a los
pobladores a "no temerle a la medicina moderna", pues "muchos de
los mordidos no fueron al médico sino al chamán" y cuando recibieron las
vacunas era demasiado tarde.
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