
Suelen realizarse gestiones para el desarme nuclear y para
el control de todo tipo de armas.
¡Enhorabuena!
Muchas veces, esos convenios y tratados suelen ser papel
mojado, pero, al menos, los intentos son bienvenidos.
Más urgente que todos esos tratados internacionales es el
desarme de cada uno de nosotros. Es un
desarme necesario e imperioso: el desarme de los rencores, del menosprecio, de
las luchas fratricidas, entre las familias, los pueblos, las razas, entre las
diversas ideologías religiosas, entre nacionalismos a ultranza.
Es urgente el desarme del odio.
Es urgente el desarme del desamor.
Para este desarme no se requieren reuniones de jefes de
estado, políticos, militares, técnicos..., este desarme únicamente requiere tu
conciencia.
Tú te reúnes en tu conciencia con aquellos resquemores del
pasado, con tus envidias, tus odios o tus antipatías, y los reconoces con
claridad. Debes reconocerlos con toda
claridad, sinceridad y ACEPTARLOS.
Acepta como un hecho real tus sentimientos de desamor y de
odio. No los justifiques. No des explicaciones.
Míralos como te miras en el espejo a tus propios ojos y
FIRMA EL ARMISTICIO. Firma la paz.
Sólo se requiere que pongas amor donde haya odio e
indiferencia. Cada día puedes firmar el
armisticio con algo o con alguien.
Llegará un día en que puedas disfrutar de la paz del desarme total.
Dario Lostado
(Despertar a la conciencia día a día)
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