http://plumayfusil.com/.-En 1961 pocos estadounidenses se imaginaban que estas
palabras serían proféticas:
Pero a pesar del optimismo del gobierno, los expertos
afirman que las dos operaciones militares en Irak y Afganistán tienen un coste
político sumamente alto.
Daniel Álvarez, experto en asuntos de Oriente Medio de la Universidad Internacional
de Florida, asegura que el presidente se está jugando la reelección con el tema
de las guerras en Afganistán e Irak. Si no lograse mantener el consenso sobre
el tema, podría costarle muy caro, añade Álvarez.
También hay quienes sospechan que el beneficio económico de
las operaciones militares es superior a los gastos, así que mientras la guerra
continúe se seguirán haciendo negocios gracias a ella.
“Hay toda una serie de negocios que dependen de las guerras,
y esto es particularmente evidente en el caso de las compañías de armamento,
porque estas tienen representación en todas partes, incluso dentro del gobierno
federal”,dice William D. Hartung, el director de la iniciativa de armas y
seguridad.
Lockheed Martin, Northrop Grumman y Boeing son solo algunas
de las empresas que obtienen licitaciones estatales. Según los analistas, los
intereses de estas multinacionales son casi tan fuertes como la presión
política que existe para hacer volver a las tropas.
“Mantener las bases, el control de la economía y a las
tropas estadounidenses en Irak es una forma de decirles a los iraquíes que si
no cumplen con los designios estadounidenses o de los inversores extranjeros
tendrán que sufrir las consecuencias, es decir, muerte y destrucción”,opina
Michael Hudson, profesor de economía de Nueva York.
Pero los millones de dólares no sólo se destinan a
desarrollo y venta de armamento, sino a la construcción de infraestructuras en
las zonas de conflicto.
“Uno puede ver construcciones estadounidenses enormes por
todas partes: depósitos de armas, centros habitacionales y otros edificios. Al
otro lado están los campos de refugiados, donde las personas viven en
condiciones infrahumanas”,explica Kathy Kelly, una activista a favor de la paz.
Medio siglo después de que Eisenhower pronunciara aquella
proféticas palabras, la inversión estadounidense en el sector militar prueba
que algo anda fuera de control: Los datos del Centro de información para la
defensa revelan que, por ejemplo, en 1968, el año mas costoso durante la Guerra de Vietnam, el país
gastó alrededor casi 390,000 millones dólares, mientras que el presupuesto
militar de 1953 durante la
Guerra Fría superó los 430,000 millones de dólares. Hoy los
gastos siguen aumentando… solo cabe preguntarse ¿cuál es el límite?
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