La contaminación lumínica es ya un problema ambiental de
"primer orden" que no sólo impide ver las estrellas, desaparecidas
tras el velo artificial de la luz, sino que trae consecuencias ecológicas,
económicas, sobre la salud, la seguridad y culturales.
Así lo ha afirmado hoy en entrevista a Efeverde el físico y
presidente de la
Asociación Cielo Oscuro, Carlos Herranz Dorremochea, para
quien la espectacular fotografía que la
NASA publicó hace tres días de la península ibérica toda
iluminada es la fotografía del "mapa del derroche".
En el aspecto ecológico, explica este físico, la luz
modifica el paisaje, los hábitats y la conservación de la biodiversidad y
afecta al desarrollo de las plantas, la reproducción y la cría de invertebrados
y vertebrados.
Además los alumbrados consumen grandes cantidades de
energía, lo que contribuye, según Herranz, a la generación de residuos de larga
duración, y económicamente "supone un derroche tanta iluminación que nadie
necesita".
En España el gasto en alumbrado supone al año unos 450
millones de euros, según une estudio realizado en 2009 por astrofísicos de la Universidad Complutense
de Madrid.
En opinión del entrevistado, esta "pérdida del
firmamento" va además en contra del desarrollo de un turismo astronómico
de gran potencial en España y condiciona la observación científica del universo
desde los observatorios astrofísicos profesionales.
Para revertir esta situación, Carlos Herranz defiende un
cambio de la actual normativa que marque claramente el camino para reducir especialmente
el alumbrado público y que ayude a crear la conciencia de que la contaminación
lumínica es un grave problema, contra el que ya luchan iniciativas
internacionales como Starligth, auspiciada por la UNESCO.
La iniciativa, nacida en 2007 y que este especialista
califica de "muy útil", está concebida como una acción internacional
en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la
observación de las estrellas.
Gracias a Starlight, se ha incluido el combate contra la
contaminación lumínica en el nuevo programa de la UNESCO denominado Ciudades
Futuras.
Asimismo e ha lanzado un modelo de excelencia en el marco
del Pacto de Alcaldes de la
Comisión Europea , para que la ciudades se sumen a la nueva
cultura de la iluminación.
Finalmente se ha promovido la figura de Parques Estelares
(Star Parks) en cooperación con Astrónomos sin Fronteras para promover aquellas
comunidades que luchan por vivir sin contaminación lumínica.
En estos momentos, ha recordado Carlos Herranz se estudia la
declaración de Reserva Starlight para al Reserva de la Biosfera de Fuerteventura
en Canarias y de los parques nacionales de Doñana y Monfragüe.
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