lunes, 2 de enero de 2012

Vivir sin estrellas





La contaminación lumínica es ya un problema ambiental de "primer orden" que no sólo impide ver las estrellas, desaparecidas tras el velo artificial de la luz, sino que trae consecuencias ecológicas, económicas, sobre la salud, la seguridad y culturales.
Así lo ha afirmado hoy en entrevista a Efeverde el físico y presidente de la Asociación Cielo Oscuro, Carlos Herranz Dorremochea, para quien la espectacular fotografía que la NASA publicó hace tres días de la península ibérica toda iluminada es la fotografía del "mapa del derroche".
En el aspecto ecológico, explica este físico, la luz modifica el paisaje, los hábitats y la conservación de la biodiversidad y afecta al desarrollo de las plantas, la reproducción y la cría de invertebrados y vertebrados.
Además los alumbrados consumen grandes cantidades de energía, lo que contribuye, según Herranz, a la generación de residuos de larga duración, y económicamente "supone un derroche tanta iluminación que nadie necesita".
En España el gasto en alumbrado supone al año unos 450 millones de euros, según une estudio realizado en 2009 por astrofísicos de la Universidad Complutense de Madrid.
En opinión del entrevistado, esta "pérdida del firmamento" va además en contra del desarrollo de un turismo astronómico de gran potencial en España y condiciona la observación científica del universo desde los observatorios astrofísicos profesionales.

Para revertir esta situación, Carlos Herranz defiende un cambio de la actual normativa que marque claramente el camino para reducir especialmente el alumbrado público y que ayude a crear la conciencia de que la contaminación lumínica es un grave problema, contra el que ya luchan iniciativas internacionales como Starligth, auspiciada por la UNESCO.
La iniciativa, nacida en 2007 y que este especialista califica de "muy útil", está concebida como una acción internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la observación de las estrellas.
Gracias a Starlight, se ha incluido el combate contra la contaminación lumínica en el nuevo programa de la UNESCO denominado Ciudades Futuras.
Asimismo e ha lanzado un modelo de excelencia en el marco del Pacto de Alcaldes de la Comisión Europea, para que la ciudades se sumen a la nueva cultura de la iluminación.
Finalmente se ha promovido la figura de Parques Estelares (Star Parks) en cooperación con Astrónomos sin Fronteras para promover aquellas comunidades que luchan por vivir sin contaminación lumínica.
En estos momentos, ha recordado Carlos Herranz se estudia la declaración de Reserva Starlight para al Reserva de la Biosfera de Fuerteventura en Canarias y de los parques nacionales de Doñana y Monfragüe.


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