La dominación neocolonial de Oriente Medio se va acelerando. A medida que las cosas se ponen calientes, a las potencias occidentales se les pone cada vez más difícil avanzar en su hegemonía sobre la región, por más que traten de aparecer con buena cara ante el público mundial.
Las cosas se suceden con gran rapidez en Oriente Medio. La tensión aumenta, las amenazas se disparan a diestra y siniestra; se producen extraños asesinatos… ¡Más raro aún es la manera en que tiran de los hilos en las esferas de la diplomacia, la política, los multimedios globales, lo militar y lo económico; a veces se tira de ellos con tanta violencia y premura que esos hilos parecen enredarse! El aire va poniéndose enrarecido… Con un poco de perspectiva histórica, hasta pareciera que estamos reviviendo agosto de 1939; los últimos días antes de la segunda guerra mundial…
Las cosas se suceden con gran rapidez en Oriente Medio. La tensión aumenta, las amenazas se disparan a diestra y siniestra; se producen extraños asesinatos… ¡Más raro aún es la manera en que tiran de los hilos en las esferas de la diplomacia, la política, los multimedios globales, lo militar y lo económico; a veces se tira de ellos con tanta violencia y premura que esos hilos parecen enredarse! El aire va poniéndose enrarecido… Con un poco de perspectiva histórica, hasta pareciera que estamos reviviendo agosto de 1939; los últimos días antes de la segunda guerra mundial…
Pero, ¿qué está pasando realmente en Oriente Medio y por qué? Bueno, para empezar en los últimos veinte años hemos sido testigos de la manera en que EE. UU., Reino Unido, Francia, otros países miembros de la OTAN e Israel han atacado, bombardeado y avasallado a Irak, Afganistán, Pakistán, Libia y Palestina, en forma casi permanente y sin verse impedidos para hacerlo.
Millones de musulmanes han muerto como consecuencia de estas agresiones que se han basado sobre mentiras flagrantes como las inexistentes armas de destrucción masiva de Irak, o el supuesto programa nuclear iraní para fabricar la bomba atómica. Su política de doble discurso, sin embargo, hace que los multimedios ignoren sistemáticamente la política de limpieza étnica perpetrada por Israel en Palestina. Desde el año pasado vemos cómo se fabrica e ingenieriza el caos social en toda la región, eufemísticamente bautizado “la primavera árabe”.
Millones de musulmanes han muerto como consecuencia de estas agresiones que se han basado sobre mentiras flagrantes como las inexistentes armas de destrucción masiva de Irak, o el supuesto programa nuclear iraní para fabricar la bomba atómica. Su política de doble discurso, sin embargo, hace que los multimedios ignoren sistemáticamente la política de limpieza étnica perpetrada por Israel en Palestina. Desde el año pasado vemos cómo se fabrica e ingenieriza el caos social en toda la región, eufemísticamente bautizado “la primavera árabe”.
Permanentemente se distorsiona y encubre la verdadera naturaleza del conflicto en Oriente Medio, los verdaderos objetivos del amplio conjunto de actores en la región, y las verdaderas raíces de tanta convulsión y violencia. Pero ahora las potencias occidentales se han visto confrontadas con dos huesos duros de roer: Siria e Irán. En estos conflictos sus mascaras comienzan a caerse. Y cuando las máscaras caen repentinamente, a muchos se los toma por sorpresa mostrando sus verdaderas caras.
Por ejemplo, ¿cómo van a hacer las potencias occidentales para explicarle al mundo que el mal-llamado “Ejército de Liberación Sirio” –obviamente entrenado, apoyado, financiado y armado por las agencias de inteligencia occidentales– ahora cuenta con el apoyo de, nada más y nada menos, que Al Qaeda? Efectivamente, el 15 de febrero pasado, el líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, hizo un llamamiento para que “todos los musulmanes de Turquía, Irak y el Líbano” socorran a los “rebeldes sirios”.
¡Pero qué sorpresa! ¿No era que Al Qaeda lidera el “terrorismo internacional” contra EE. UU., Reino Unido, Francia e Israel? Parece que, tal como lo aseverara James Clapper, Director de Inteligencia Nacional EE. UU. ante el Comité del Senado de Asuntos Militares el pasado 16 de febrero, nos enteramos que Al Qaeda está trabajando mancomunadamente con EE. U.U y el Reino Unido en Siria, todos hacia objetivos en común..
¿Quizás usted se sorprenda ante estos “extraños compañeros”? No creo que sea así…
Pues observadores lúcidos han sabido desde hace años que Al Qaeda no es más que una criatura creada por la inteligencia estadounidense y británica. Así lo explicó Robin Cook, quién fue líder oficialista en la Cámara de los Comunes y presidente del Consejo en el Gabinete del ex-primer ministro británico Tony Blair en 2003, y que prefirió renunciar en marzo de ese año antes que apoyar la política rastrera de Blair de seguir a Bush Junior en su guerra contra Irak.
Luego, en un artículo publicado el 8 de julio de 2005 en el matutino londinense 'The Guardian', Cook explicó que “Bin Laden fue… producto de un monumental error de cálculo de las agencias de seguridad occidentales. A lo largo de los años 80, Bin Laden fue armado por la CIA y financiado por Arabia Saudí para llevar a cabo la Yihad contra la ocupación rusa de Afganistán. Al Qaeda significa literalmente 'la base de datos', que originalmente era un archivo de computadora con los nombres de los miles de muyaidines que fueron reclutados y entrenados con ayuda de la CIA para derrotar a los rusos”. Creo que el ex-ministro inglés Cook sabía de lo que hablaba. No es de extrañar que apenas cuatro semanas después un saludable Cook de 54 años muriera repentinamente de un “severo ataque cardíaco” en circunstancias no del todo claras…
La promoción de Al Qaeda desde enemigo declarado a la embarazosa pero útil función de aliado, vino rápidamente. Los Talibanes hoy dejaron de ser el peor mal en Afganistán para transformarse en una de las partes con las que se negociará una futura salida de EE. UU. de ese país. Muchas cosas que los multimedios occidentales nos sirvieron como verdades absolutas hoy comienzan a deformarse a medida que se transmutan en sus opuestos. Piénselo: ¿cuántas de las otras “verdades incuestionables” son en realidad verdaderos castillos de arena construidos de decepciones y mentiras?
Hace ya años que EE. UU., Reino Unido e Israel vienen amenazando a Irán con un ataque militar unilateral debido a una inexistente amenaza nuclear iraní. Sin embargo, miran para lado cuando se les habla de las bombas nucleares reales y operativas que mantiene Israel, ¡país que ni siquiera se molestó en firmar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares!
Pero por supuesto, Irán es la “gran amenaza…”, por más que Irán no haya atacado ni invadido a ningún vecino en más de un siglo.
Entonces nos replican los medios occidentales con aquél cuentito de que “Irán amenaza con borrar a Israel del mapa”. Otro ejemplo más de “hechos” falsificados por las potencias occidentales, pues lo que el presidente Mahmoud Ahmadineyad dijo en un discurso el 26 de octubre de 2005 citando al Ayatollah Khomeini, fue que “el régimen que ocupa Jerusalén debe desaparecer de la páginas del tiempo”.
Bastante distinto, ¿no? Y no es precisamente Teherán quien tiene el monopolio en pedir “cambios de régimen” en países extranjeros, pues Washington, Londres y Tel Aviv son mucho más agresivos y concretos en este tipo de ejercicio.
De modo que todo depende de la manera en que se informan las cosas, y en entender porqué Occidente prefiere no reportar ciertas cosas. Claramente, el Oriente Medio es un tablero de ajedrez geopolítico muy complejo, y debemos ser muy agudos y estar alertas si queremos entender lo que realmente está ocurriendo ahí.
Pero tenga esto presente: los estadounidenses inventaron y juegan al póker, que es un juego de engaños y mentiras. Los persas sasánidas, de quienes descienden los iraníes de hoy, inventaron el ajedrez en el siglo VII que es un juego de estrategia e inteligencia.
Adrian Salbuchi para RT Español
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentarista en radio y TV de Argentina. www.asalbuchi.com.ar
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/mas/ blogs/salbuchi/blog_36425. html?rc=1
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