jueves, 2 de febrero de 2012

El Consejo de Seguridad de la ONU es presionado para consumar la agresión a Siria



Andrés Martínez Lorca.- conocemos el texto de la resolución sobre Siria que Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes quieren imponer en el Consejo de Seguridad de la ONU:
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/01/31/actualidad/1328039272_463449.html. Se trata de suplantar la voluntad popular y de decidir el futuro de esta nación árabe según los planes del imperio. Para ello, se fijan los siguientes objetivos:
─ Destitución del Presidente de la República de Siria.
─ Prohibición al Estado sirio de poder adquirir armas para defenderse (embargo similar al impuesto a la II República española, mientras Hitler y Musolini enviaban tropas y toda clase de armamento, incluidos aviones de guerra, a los militares sublevados).
─ Condena al gobierno sirio por el uso legítimo de la fuerza; silencio respecto a la agresión a militares y civiles por parte de mercenarios y bandas armadas.
─ Orden de retirada del ejército y de las fuerzas de seguridad sirias del escenario de los conflictos.
─ Llamada a los países miembros de la ONU a trabajar con la llamada «oposición siria».
─ “Alienta a todos los Estados a adoptar medidas similares” a las sanciones contra Siria ya adoptadas con anterioridad por la Liga Árabe.
¿Quién ha presentado el texto de resolución? El representante del reino de Marruecos, monarquía que, como escribió Julio Anguita (La Clave, 21 de enero de 2005), “está asentada sobre prácticas conculcadoras de los Derechos Humanos en todas sus vertientes”. Un régimen que se ha caracterizado por la represión política (desde el asesinato de Ben Barka hasta la actual persecución de la población saharaui) y la corrupción (la fortuna del rey se estima en 2.500 millones de dólares, superior a la del emir de Qatar: http://oumma.com/10718/selon-un-hebdomadaire-francais-mohamed-vi-est-plus-riche-que-lemir-du-qatar).

Sabemos, sin embargo, que la redacción es anglofrancesa. Marruecos participa como actor de comparsa intentando dar un aire arabizante a lo que no es sino una conspiración occidental que sólo busca la descomposición del mundo árabe y el dominio sobre su petróleo (el control de los fosfatos del Sahara ya lo ejercen desde hace años). La «progresista» Secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha llegado a plantearse con todo cinismo un aparente dilema moral: “Tenemos que tomar partido. O estamos del lado del pueblo o nos convertimos en cómplices de la larga ola de violencia que vive el país”. Sí, si, “del lado del pueblo”… Como en Honduras, apoyando el golpe de Estado contra el presidente constitucional y tolerando los crímenes de la dictadura; como en Iraq y Afganistán, invadiendo estos países y arrasando a su gente; como en Oriente Medio, silenciando los crímenes de Israel contra el pueblo palestino y armando hasta los dientes al agresor; como antes en Chile, organizando el asesinato del presidente Allende y reprimiendo a sus ciudadanos; y como mucho antes en España, consolidando la dictadura del general Franco mientras instalaban sus bases militares en la península.
El proyecto de resolución toma como base de actuación la línea antisiria que la Liga Árabe ha venido impulsando en los últimos meses a instancias de Arabia Saudí y las petromonarquías del Golfo, regímenes politicos donde no hay un átomo de democracia y donde son reprimidos los derechos civiles más elementales. “Las comunidades de muchos de los reyes musulmanes de hoy son casi exclusivamente asociaciones de estrictos clanes (…). Las masas son explotadas por los poderosos, y estos progresan apropiándose de los bienes de aquellos”, escribió el gran filósofo andalusí Averroes en el siglo XII, y pocos textos clásicos son más apropiados para describir esta casta de zánganos, criticados por los ilustrados pensadores islámicos desde Ibn Hazm de Córdoba hasta Mohámed Ábed Yabri.
Parece que el imperio de los Estados Unidos y sus acólitos europeos no encuentran argumentos más convincentes para imponer su hegemonía que la guerra, por un lado, y el modelo feudal de las carcomidas monarquías árabes, por otro. ¿Dónde están la civilización europea y la ilustración occidental que no se las ve por ningún sitio?

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