sábado, 4 de febrero de 2012

Rusia declara que no apoyará nueva versión de resolución sobre Siria




El Gobierno de Rusia declaró este viernes que no apoyará la nueva versión del proyecto de resolución que prepara el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Siria porque "nuestras preocupaciones" que fueron tomadas en cuenta en el texto "no son suficientes para que lo apoyemos", informó el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatílov.
 "Hemos recibido el texto. Algunas de nuestras preocupaciones y de las de nuestros correligionarios han sido tomadas en cuenta, pero, de todas formas, esto no es suficiente para que lo apoyemos en su formato actual", aseguró Gatílov.
 El borrador del texto ha sido enviado a los países miembros del organismo para que lo analicen y así buscar su aprobación, que incluye una amenaza implícita: Si durante 21 días las autoridades sirias no cumplen con los requisitos de la resolución, el Consejo puede considerar "medidas adicionales".
 Según agencias de noticias internacionales, el proyecto ya no contiene la exigencia de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Marruecos dirigida al presidente sirio, Bashar Al Assad, para que abandone el poder.


También elimina los reclamos de las potencias occidentales y de algunos Estados árabes para imponer sanciones y un embargo de armas a Siria.

Estos dos puntos, fueron criticados por Rusia durante las discusiones previas, en las que advirtió que vetaría cualquier proyecto que las incluyera.

El embajador de Togo, Kodjo Menan, quien asumió este jueves la presidencia de esa instancia, explicó a los periodistas que la actual redacción habla de "una transferencia pacífica hacia un sistema político democrático y plural".

Menan descartó fijar una fecha para la votación del documento, aunque mencionó el próximo lunes como una posibilidad.

Desde el inicio de las discusiones, que comenzaron hace tres días, Rusia y China, con derecho de veto, han manifestado su rechazo a una intervención militar en Siria como ocurrido en Libia, cuando en marzo de 2011 fue aprobada en el Consejo de Seguridad una resolución, con abstenciones de Moscú y Beijing y manipulada por las potencias occidentales para que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) agrediera militarmente a esa nación árabe.

Esta intervención militar, que apoyó a los rebeldes libios, produjo el derrocamiento del gobierno del líder libio, Muamar Al Gaddafi.

Las delegaciones rusa y china vetaron en octubre pasado un anterior intento de Estados Unidos y los países occidentales miembros del Consejo de Seguridad para condenar a las autoridades de Damasco y aplicar sanciones.

Los acuerdos del Consejo tienen que ser aprobados por el voto positivo de nueve de sus 15 integrantes y ninguno en contra de los cinco miembros permanentes (veto): Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.

Los otros asientos del cuerpo están ocupados ahora por Alemania, Portugal, India, Colombia, Guatemala, Marruecos, Paquistán, Suráfrica, Togo y Azerbaiyán.

Según las potencias occidentales, la resolución sobre Siria busca "una salida a la crisis" que vive la nación árabe desde marzo de 2011 tras las manifestaciones a favor y en contra del Ejecutivo.

El Ejecutivo sirio ha denunciado en varias oportunidades que los países imperialistas tienen una campaña en su contra, cuyo único objetivo es derrocar al presidente Al Assad y justificarlo a través de supuestas represiones del Gobierno sirio contra la población civil.

El Gobierno de Al Assad ha reiterado que las acciones de violencia en la nación han sido generadas por grupos terroristas infiltrados.




teleSUR-PL-RT /kg - FC

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