Resultado de la escandalosa tolerancia de las autoridades norteamericanas hacia el terrorismo cubanoamericano, un atentado destruyó en la madrugada del viernes las oficinas de Airline Brokers, en el municipio Coral Gables de Miami, una de las ocho compañías que organiza viajes a Cuba.
El crimen desencadenó un incendio tan intenso que la oficina recientemente renovada quedó “pulverizada, hecha escombros y cenizas”, según la dueña de Airline Brokers, Vivian Mannerud que declaró no haber recibido llamada de los autores del atentado.
El acto terrorista ocurre horas después de que la viuda de Orlando Bosch convocara públicamente a la comemoración del falleciendo de su marido. Bosch, fallecido en Miami el año pasado, fue jefe de la CORU, durante una década el grupo terrorista, impulsado por la CIA, más peligroso del continente. Según la prensa local, Deborah Cox, portavoz de la oficina del inspector estatal de incendios, dijo que la causa del crimen estaba “siendo investigada” por el FBI, la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego y el Departamento de Bomberos de Coral Gables.
Es de conocimiento público, en el Sur de la Florida, que las autoridades judiciales locales, notablemente el FBI, no solo no investigan ni persiguen los terroristas cubanoamericanos sino que les protegen al punto de haber arrestado, enjuiciado y condenado a enormes sentencias de cárceles a cinco antiterroristas cubanos infiltrados en sus filas. Vivian Mannerud, propietaria y presidenta ejecutiva de Airline Brokers, afirmó que los investigadores, más que extrañamente, no le han dado indicación alguna de la causa del fuego.
Adriana Bosch hablo en la emisora mafiosa Radio Mambi para informar que hoy sabado se celebraba un “homenaje” a Orlando Bosch “con motivo de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento”.
La viuda Bosch era acompañada por Antonio Esquivel, Presidente de la Junta Patriótica Cubana, promotora del evento. El 17 de febrero de 2006, el mismo Antonio Esquivel, junto a cabecillas y criminales terroristas como Tony Calatayud, del Congreso Nacional Cubano (CNC), Rodolfo Frómeta, de los Comandos F-4, y los “jefes militares” de Alpha 66, proclamaron la creación de un comité para «tumbar a bombazos» a la Revolución cubana.
El atentado surge en plena campaña electoral cuando los candidatos tienen que tomar posición ante la cuestión de Cuba. El presidente de un influyente comité legislativo del Senado norteamericano, Jeff Bingaman, afirmó hoy que es EE.UU. el que está “desfasado” en su política exterior hacia Cub. “Creo que hemos permitido que nuestra política hacia Cuba sea dictada por la comunidad cubanoamericana en este país, en vez de que la dicten los intereses nacionales de nuestro país”, agregó Bingaman, presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado.
En las décadas de 1970 y 1980, hubo decenas de atentados en Miami provocados por las distintas pandillas de terroristas cubanoamericanos que se libraban una verdadera guerra.
En los años 60, la CIA creó un enorme “estación” en Miami donde se gastó decenas de millones de dólares en la creación de grupos terroristas que multiplicaban sus operaciones en territorio cubano. Asimismo, la agencia preparó a cientos de terroristas que luego uso no solo contra Cuba sino en distintos países latinoamericanos.
Luis Posada Carriles, agente de la CIA y coautor junto a Bosch de la destrucción en pleno vuelo de un avion cubano, es sin duda el más conocido de estos asesinos. Vive tranquilamente en Miami y no hay duda que los autores del atentado de viernes están vinculados, de una forma u otra, a su circulo de “amistades”. Posada un quimico especialista en explosivos que nunca dejo de predicar el terrorismo, se ha jactado en varias oportunidades de sus buenas relaciones con el FBI.
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